Los sistemas de ciudades secundarias: las claves olvidadas de las economías urbanas

Cada vez más personas viven en ciudades que van quedando interconectadas en una red intrincada conectada a un sistema global de ciudades. Las ciudades modernas hacen parte de una nueva geografía económica que las hace cada vez más dependientes de sistemas de comunicaciones, comercio, finanzas e inversión que sustentan su desarrollo.

Muchas de estas son ciudades secundarias y pequeñas con menos de un millón de habitantes y se esfuerzan por crear empleos o por conservarlos; se caracterizan por un alto índice de desempleo y se les dificulta diversificar y revitalizar sus economías, retener capital y gestionar el proceso de urbanización. Muchas de estas ciudades muestran un gran retraso en la demanda de infraestructura, vivienda y otros servicios urbanos básicos.

Mientras las ciudades secundarias son las que registran mayor crecimiento, también presentan la mayor carencia de capacidades para planificar y gestionar el desarrollo urbano y promover el empleo y el crecimiento urbanos. En términos de su crecimiento absoluto en número de habitantes, son los sistemas de ciudades secundarias, como las ciudades de menos de millón de habitantes, las que tendrán mayor influencia en el desarrollo económico futuro de las naciones y de regiones geográficas de mayor extensión.

En el mundo existen más de 2,400 ciudades con una población entre 150,000 habitantes y 5 millones de habitantes a las que genéricamente se las podría caracterizar como ciudades secundarias. Aproximadamente dos tercios de ellas se localizan en África y Asia. Las ciudades secundarias varían en forma y tamaño de 150,000 a 5 millones de habitantes y desempeñan una amplia gama de funciones en los sistemas nacionales e internacionales de ciudades.

¿Qué es una ciudad secundaria?

“Ciudad secundaria” es el término más utilizado para referirse a la segunda categoría o nivel en la jerarquía de ciudades. Algunos países tienen varios órdenes o niveles, de ciudades. La ciudad primaria se define como “la ciudad principal en su país o región, mucho más grande que ninguna otra en la jerarquía urbana”. No obstante, la definición de ciudades secundarias es contextual: puede referirse al tamaño de la población, la zona administrativa, política, económica y a la importancia histórica de un sistema de ciudades por debajo del orden primario de ciudades en un país o una región geográfica.

Rondinelli (1983) popularizó el término “ciudad secundaria” en los años setenta y su definición caracterizó a las ciudades secundarias como asentamientos urbanos con una población de por lo menos 100,000 habitantes, sin incluir a la ciudad más grande del país. La intención original de la investigación fue hacer un aporte al diseño de políticas tendientes a estimular las economías de las áreas rurales que rodeaban a las ciudades secundarias.

ONU-Hábitat define una “ciudad secundaria” como una zona urbana con una población entre 100,000 y 500,000 habitantes. Esta definición se basa en la clasificación de ciudades elaborada en los años cincuenta. Sin embargo, hoy día una ciudad secundaria puede tener una población de varios millones de personas. En China, algunas ciudades secundarias tienen una población de más de cinco millones de habitantes. Estas ciudades no son comparables a las ciudades secundarias de Etiopía que tienen una población urbana de menos de 200,000 habitantes. Otros autores sugieren que las ciudades secundarias no se definen tanto en función de la jerarquía sino por ser parte de un sistema funcional (nacional o global) integrado de ciudades.

Las ciudades secundarias se inscriben en tres grandes categorías espaciales:

Ciudades sub-nacionales que son centros de gobierno local, industria, agricultura, turismo y minería

Conglomerados urbanos asociados con ciudades satélite extensas y de nuevas ciudades circundan grandes regiones metropolitanas.

Corredores de intercambio económico que son centros de crecimiento urbano o polos planificados o en desarrollo, a lo largo de principales corredores de transporte.

Las ciudades secundarias jugarán un importante papel como catalizadores y núcleos secundarios para facilitar la producción localizada, el transporte, la transformación o el traslado de bienes, población, comercio, información y servicios entre sistemas de ciudades sub-nacionales, metropolitanos, nacionales, regionales y globales. Esas ciudades reflejarán probablemente la presencia de conglomerados y de agrupaciones de industrias; un sistema de cadenas y redes locales de suministro localizadas y bien desarrolladas; una base económica y de empleo diversificada y una amplia diversidad de opciones en materia de vivienda.

En este sentido, debemos prestarse mayor atención a apoyar el crecimiento endógeno de las ciudades secundarias ya que muchas de ellas no cuentan con la capacidad o las ventajas necesarias para encarar un crecimiento exógeno orientado a la exportación. Por ello, se hacen necesarias nuevas combinaciones de estrategias de crecimiento exógeno y endógeno para desarrollar ciudades secundarias en regiones pobres.