El nuevo avance del indicador es el noveno consecutivo y se debe principalmente al encarecimiento global de la energía y de las materias primas, y tiene lugar después de que los precios mayoristas de la tercera economía mundial crecieran un 8.3 % interanual en octubre.
Destaca la escalada en noviembre de los precios mayoristas del petróleo y el carbón, del 49.3 %, así como de la madera y derivados (58.9 %) y de los metales no ferrosos (32.8 %).
El incremento, que además de al encarecimiento de las materias primas y del crudo y del gas se debe a la devaluación del yen frente a otras divisas, es el mayor desde que el BoJ comenzó a recopilar estos datos en 1981.
El gobernador del Banco de Japón, Haruhiko Kuroda, señaló en su última rueda de prensa a finales del mes pasado que la debilidad del yen es positiva para la economía japonesa, debido a que incrementa el valor de los beneficios de las empresas niponas al repatriarlos y refuerza su competitividad en el exterior.
En Japón, a diferencia de lo que ocurre en Estados Unidos o en Corea del Sur, los precios de consumo no han registrado ningún avance significativo en los últimos meses, y a pesar de que el banco central nipón mantiene su amplio programa de estímulos monetarios para alcanzar un ritmo de inflación anual del 2 %.
Los últimos datos disponibles del índice de precios de consumo de Japón, correspondientes a octubre, muestran un avance interanual del 0.1 % debido sobre todo al encarecimiento de la factura energética, y después de meses de altibajos en el indicador causados por el impacto económico de las restricciones aplicadas en el país por la pandemia de la covid.