Las compañías del sector habían registrado unos beneficios récord en 2021, cuando alcanzaron los 352,400 millones de yuanes (51,535 millones de dólares, 48,043 millones de euros), pero en 2022 la cifra descendió hasta los 98,200 millones de yuanes (14,362 millones de dólares, 13,389 millones de euros), según datos de la patronal CISA.
La facturación de las siderúrgicas solo había bajado un 6.35 % interanual, pero su capacidad de obtener beneficios se vio mermada por la caída del 13.55 % en el precio medio del acero y la subida del 24.91 % en el del carbón de coque, aunque el descenso del coste de importación del mineral de hierro (-24 %) alivió estas presiones.
El maltrecho sector inmobiliario representa casi un tercio de la demanda de acero en China, país en el que las ventas residenciales por área cayeron un 24.3 % interanual durante 2022, mientras que las obras nuevas se redujeron en casi un 40 %.
A esto, según Caixin, se añade la ralentización de la construcción de proyectos de infraestructura como vías para ferrocarril de alta velocidad, metros o autopistas, lo que supone un menor consumo de acero.