El informe “Perspectivos económicas de América Latina 2014” ha sido elaborado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la Corporación Andina de Fomento (CAF) y el Centro de Desarrollo de la Organización de la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
José Ángel Gurría, secretario general de la OCDE, dijo que “los próximos meses van a ser bastante complicados” para Estados Unidos, debido a su situación interna, y se congratuló porque “China ya está de regreso” en materia de recuperación económica, mientras que otros países aún no alcanzan “velocidad de crucero”.
Entre 2003 y 2012, Latinoamérica creció a un promedio anual del cuatro por ciento, pese a la contracción registrada como consecuencia de la crisis financiera internacional (2008-2009), mientras que en Centroamérica y el Caribe los niveles de deuda se incrementaron en casi seis y más de ocho puntos porcentuales del Producto Interno (PIB), entre 2008 y 2012.
El estudio reseñó que en 2011 las materias primas representaron un 60 por ciento del total de exportaciones de la región, respecto al 40 por ciento en 2000. El valor de esas exportaciones creció en la pasada década, pero la mitad del aumento se debió al incremento en los precios y no al alza en el volumen de exportaciones.
Para los expertos, el escenario internacional se presenta menos favorable, ante la desaceleración en la demanda externa, la moderación en los precios de las principales materias primas exportadas por países latinoamericanos, y la incertidumbre generada por duras condiciones financieras.
Al respecto, Alicia Bárcenas, secretaria ejecutiva de la CEPAL, planteó que es necesario “cerrar la brecha tecnológica” y frenar el retroceso en materia de productividad. “La región tiene que dar el salto tecnológico” para crecer, enfatizó.
El análisis reconoce que “el ritmo de crecimiento de la economía global se está nuevamente debilitando”, y que si bien se espera una mejora gradual en el desempeño económico mundial en los próximos años, “no se prevé un retorno al ritmo de expansión” anterior.
“América Latina enfrenta un período de moderación de sus tasas de crecimiento, causado por una menor demanda externa y las limitaciones estructurales de sus economías”. No obstante, el documento advierte que si bien esa moderación por ahora no es dramática, “hay razones para considerarla como persistente”.
En este sentido, han sido recomendadas reformas que mejoren la productividad y fortalezcan la capacidad de los gobiernos ante las demandas de una “clase media emergente”, y que sean redoblados los esfuerzos para reducir los niveles de pobreza y desigualdad.
El estudio resaltó que la región amplió el número de acuerdos de libre comercio, y necesita dedicar igual o mayor empeño en la adopción de políticas que reduzcan los costos de logística. Para ello, propone incorporar a las economías latinoamericanas en las cadenas globales.
En la región, el 57 por ciento de las exportaciones son productos perecederos o intensivos en logística, mientras que en los países de la OCDE esa proporción es del 17 por ciento. “América Latina requiere adoptar un conjunto de políticas que permitan mejorar tanto aspectos 'blandos' como 'duros' de la logística”, indicó el informe.
Las cifras de soporte indican que ante las necesidades de infraestructura, que surgirán entre 2006 y 2020, América Latina y el Caribe deberían invertir al año un 5.2 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) regional. Asimismo, el informe señala que mejoras en el marco institucional ayudarían a la inversión comodal.