En el proceso abierto se establece que el país de la antigua Yugoslavia tiene que volver a bajar hasta 2016 su déficit a un máximo del tres por ciento del PIB. Para este año la Comisión Europea estima que será de un 6.5 por ciento.
Pese a ello, el país no corre peligro de tener que afrontar multas por su déficit, porque no forma parte del grupo del euro. Croacia integra la UE desde julio de 2013.