Según los datos facilitados hoy por el gobierno, en agosto se perdieron 216 mil puestos de trabajo, muy por debajo de los meses anteriores, cuando se llegó a destruir 700 mil empleos de media.
"Aún así, no es aceptable", dijo hoy la secretaria de Trabajo, Hilda Solís.
Si se toma en cuenta a las personas que, desalentadas, ya no buscan empleo y las que se han visto obligadas a tomar un empleo por tiempo parcial, el índice de desempleo subió del 16.3 por ciento en julio al 16.8 por ciento en agosto, el más alto desde 1995.
Desde que comenzó la recesión en diciembre de 2007, la economía de Estados Unidos ha destruido 6.9 millones de puestos de trabajo.
Es la mayor pérdida neta de empleo en las recesiones desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.
El contingente de desempleados, en el mismo período, ha crecido 7.4 millones hasta 14.9 millones en la actualidad.
El informe del gobierno indica que 5 millones de personas, uno de cada tres desempleados, ha estado desocupado durante más de seis meses.
Entre tanto dato desalentador, el informe mostró que el ritmo de pérdida neta de puestos de trabajo en la economía de Estados Unidos ha disminuido durante tres meses consecutivos.
Este indicador alentó una corriente compradora en Bolsa a poco de divulgarse el informe del Departamento de Trabajo.
En junio se perdieron 443 mil empleos y en julio 276 mil.
Para agosto, los cálculos de los analistas oscilaban entre 365 mil y 115 mil puestos de trabajo perdidos, y finalmente la pérdida fue de 216 mil empleos, la más baja desde agosto de 2008.
"Gracias al programa de estímulo económico promulgado por el presidente Barack Obama en febrero el ritmo de pérdida de empleos está disminuyendo sustancialmente", dijo Heidy Shierholz, del Instituto de Política Económica, grupo de estudio con sede en Washington.
"Pero no ha aumentado el ritmo de contratación de trabajadores, de forma que los desempleados no encuentran empleo", añadió.
El índice de desempleo había bajado en julio una décima, hasta el 9.4 por ciento, para sorpresa de los analistas, debido a una disminución considerable de lo que el Departamento de Trabajo llama "la fuerza laboral", y que comprende solo a las personas empleadas, y las desempleadas que "buscan activamente" empleo.
Una vez que una persona que haya perdido su trabajo agota su subsidio de desempleo -habitualmente 26 semanas- o una persona que nunca haya tenido un empleo abandona la búsqueda de trabajo, desaparece de la "fuerza laboral".
Muchas personas abandonan la búsqueda de trabajo, desalentadas por las bajas remuneraciones, los empleos a tiempo parcial que no incluyen seguro médico, vacaciones pagadas ni pago de horas extras.
El Departamento de Trabajo calculó en julio que, a pesar del aumento de la población y el ingreso al mercado laboral de más jóvenes, la fuerza laboral disminuyó en unas 422 mil personas.
En agosto, en cambio, creció en unas 74 mil personas, en buena medida porque más personas volvieron a la búsqueda de empleo, con lo cual ha crecido la "fuerza laboral".
El congresista Mike Pence, que preside la Liga Republicana de la Cámara de Representantes, se quejó hoy de que el "el presidente (Barack) Obama nos aseguró que la tasa de desempleo no pasaría del 8 por ciento si el Congreso aprobaba su plan de estímulo", lo que no ha ocurrido.
"Es hora de que los demócratas en Washington dejen de lado su fracasado plan económico y trabajen para poner en vigor medidas políticas con apoyo de ambos partidos que hagan que el pueblo estadounidense vuelva a trabajar", dijo.