Si se descuentan esas dos variables, la llamada inflación subyacente se mantuvo en un 1.5 por ciento, agregó la OCDE en un comunicado.
Los precios de la energía aumentaron a un ritmo interanual el pasado julio el 4.5 por ciento, por encima del 3.4 por ciento registrado en junio.
Los alimentos se encarecieron un 2.2 por ciento en julio, frente al 2 por ciento de julio.
El país de la OCDE con mayor incremento de precios en julio fue Turquía (8.9 por ciento), seguido de México (3.5 por ciento) y de Islandia (3.8 por ciento).
Al contrario, Grecia registró una caída de los precios del 0.7 por ciento, mientras que la vida se encareció solo un 0.7 por ciento en Irlanda, Nueva Zelanda y Japón.
En Alemania la inflación aumentó cinco décimas en julio, hasta el 1.9 por ciento, mientras que se mantuvo estable en Estados Unidos (2 por ciento) y Reino Unido (2.8 por ciento) y cayó tres décimas en Francia (1.1 por ciento), agregó la OCDE.
En la zona euro, el aumento interanual de precios se mantuvo estable en el 1.6 por ciento, y en el conjunto de la Unión Europea (UE) en el 1.7 por ciento, al igual que en los países del G7.