La corrección de cifras del Producto Interior Bruto (PIB) entre enero y marzo se debió, principalmente, a la debilidad del gasto de los consumidores y al crecimiento del déficit comercial.
En el cuarto trimestre de 2009 la tasa anualizada de crecimiento del PIB había sido del 5.6 por ciento.
El gobierno estadounidense también ajustó un poco una de sus medidas principales de la inflación: el índice subyacente de precios de consumo, que entre enero y marzo subió un 0,7 por ciento, una décima más que lo calculado inicialmente.
También hubo una corrección, más sustancial, en las ganancias de las corporaciones que en el primer trimestre aumentaron un 8.8 por ciento sobre las del trimestre anterior. En el cálculo preliminar el gobierno había anotado un aumento del 5.5 por ciento.
Más de la mitad del crecimiento del PIB entre enero y marzo proviene del reabastecimiento de inventarios, y esto es un factor pasajero.
Las ventas finales, que excluyen los inventarios, crecieron en el primer trimestre a una tasa anualizada del 0,8 por ciento. El cálculo preliminar había sido del 1.4 por ciento.