El informe que ha divulgado hoy el Departamento de Comercio se suma a otros recientes que, a medida en que se aproxima el día de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, muestran un ritmo más vigoroso de la reactivación económica que comenzó en julio de 2009.
En el segundo trimestre, el PIB creció a una tasa anualizada del 1.3 por ciento y la mayoría de analistas había calculado un ritmo de incremento del 1.7 por ciento para el período de julio a septiembre.
El gasto de los consumidores, que en Estados Unidos equivale a casi el 70 por ciento del PIB, creció un 2 por ciento en el tercer trimestre, en comparación con un incremento del 1.5 por ciento en los tres meses anteriores.
Entre abril y junio las ventas finales reales de bienes y servicios estadounidenses habían crecido un 1.7 por ciento y, según el informe inicial del Departamento de Comercio, aumentaron un 2.1 por ciento entre julio y septiembre.
El gasto gubernamental mostró en el tercer trimestre un aumento del 3.7 por ciento, el mayor desde mediados de 2009, debido principalmente a los mayores gastos militares.
El sector de la vivienda, cuyo colapsó arrastró en 2008 a Estados Unidos a su recesión más profunda y prolongada en casi ocho décadas, tuvo un aumento de inversiones del 14.4 por ciento entre julio y septiembre pasados, según el gobierno.
Por su parte, el índice de precios en gastos de consumo, una medida de la inflación a la que presta mucha atención la Reserva Federal (Fed) para delinear su política monetaria, subió un 1.8 por ciento en el tercer trimestre. La inflación subyacente fue del 1.3 por ciento.
El informe añade que el ingreso real disponible en Estados Unidos creció un 2.6 por ciento entre julio y septiembre, frente a un aumento del 3.8 por ciento en el trimestre anterior.
Como resultado del aumento del gasto personal y un menor ritmo de crecimiento del ingreso, la tasa personal de ahorro bajó del 4 por ciento en el segundo trimestre al 3.7 por ciento en el tercero.