Los datos oficiales divulgados hoy por la Oficina Nacional de Estadística (ONE) confirman, sin embargo, la tendencia de recuperación económica del país asiático tras controlar la pandemia de la covid, que provocó en el primer trimestre de 2020 la primera caída del PIB desde 1976 (-6.8 %).
Aquel desplome también explica el espectacular aumento del indicador durante el primer cuarto de 2021 y pone en contexto la ralentización experimentada entre abril y junio, ya que la base comparativa del segundo cuarto de 2020 (+3.2 %) no era tan propicia para replicar un crecimiento a doble dígito.
En la comparación con el primer trimestre -ajustada a factores estacionales- el PIB creció un 1.3 %, mientras que en ese período solo lo hizo en un 0.4 % con respecto al último cuarto de 2020, un progreso que sigue siendo el cuarto más débil de la serie histórica intertrimestral, que la ONE comenzó a publicar en 2010.
La institución prefirió centrarse en el global del primer semestre, en el que la segunda economía mundial se expandió un 12.7 % interanual, alcanzando una riqueza total en términos nominales de 53.22 billones de yuanes (8.23 billones de dólares, 6.96 billones de euros) a finales de junio.
¿UN SEGUNDO SEMESTRE DE INCERTIDUMBRE?
En el primer semestre, el sector primario creció un 7.8 %; el secundario, un 14.8 %, y el terciario, un 11.8 %.
"La economía nacional fue testigo de cómo la inercia de crecimiento firme y sostenido se consolidó" en lo que va de año, apuntó la ONE, que recordó que el entorno nacional e internacional sigue siendo "complicado y cambiante".
Las autoridades consideran que las mutaciones del SARS-CoV-2, coronavirus causante de la covid, son preocupantes, y también alertan de nuevo de la recuperación "desequilibrada" de la economía nacional y de la necesidad de "consolidar sus cimientos".
"La producción ya está por encima de sus niveles anteriores al virus, y la economía tiene problemas para seguir creciendo a su ritmo habitual. El crecimiento probablemente se enfrentará a vientos de cara más intensos durante la segunda mitad del año", pronostica Julian Evans-Pritchard, analista de la consultora Capital Economics.
No todos los expertos son tan pesimistas: Jingyang Chen, economista del banco HSBC, cree que el PIB sigue en el camino del crecimiento al tiempo que "se continúa reequilibrando hacia la demanda privada".
Pekín, que en 2020 no se marcó una meta de crecimiento por la pandemia, recuperó esa tradición este año y se fijó un objetivo de "más de un 6 %", algo conservador con respecto a las proyecciones de las instituciones internacionales.
Los últimos pronósticos del Fondo Monetario Internacional (FMI) prevén un avance del 8.4 % en el global de 2021, mientras que el Banco Mundial (BM) lo sitúa en el 8.5 %.
EL CONSUMO DEBE RECUPERARSE
También se hicieron públicos hoy otros datos como la producción industrial, que avanzó un 8.9 % interanual en el segundo trimestre y un 15.9 % en el global de la primera mitad del año, con protagonismo de la manufactura y, dentro de ese sector, de la dedicada a alta tecnología.
Por su parte, las ventas minoristas -medidor clave del impulso que Pekín busca dar a la demanda interna- subieron un 12.1 % en el trimestre, también ligeramente por debajo de lo esperado por los analistas, y un 23 % en el semestre.
Este indicador "todavía tiene mucho margen de crecimiento mientras vemos la recuperación del consumo de los hogares", ya que la incertidumbre ha hecho que los chinos prefieran ahorrar antes que retomar los patrones de gasto previos a la pandemia, apunta Chen.
Entre enero y junio el sector servicios creció un 8.3 % y la inversión en activos fijos, un 12.6 %.
La ONE también indicó que el desempleo en las zonas urbanas se mantuvo en junio en un 5 %, la misma tasa que en el mes anterior, aunque Liu advirtió de que los nuevos graduados universitarios afrontan dificultades para encontrar trabajo.