Al presentar el estudio "Productividad y brechas estructurales en México", el director de la Sede Subregional en México de la CEPAL, Hugo Beteta, dijo que para avanzar hacia un cambio estructural con igualdad, es necesario contar con un Estado activo que diseñe y ponga en práctica una estrategia integrada y sistémica de largo plazo, en los ámbitos de la política industrial, la política macroeconómica, la política laboral, la política social y la política ambiental.
"La reducción de brechas requiere intensificar los esfuerzos en materia de encadenamientos productivos, apoyo a las micro y pequeñas empresas, incremento de la inversión pública y privada, fomento del desarrollo productivo de regiones menos favorecidas, educación y capacitación de la fuerza laboral y la facilitación de la inserción de la mujer al mercado laboral", dijo Beteta.
El Jefe de la Unidad de Desarrollo Económico de la subsede y coordinador del estudio, Ramón Padilla, explicó que el documento presenta un análisis las brechas estructurales en el período 1990-2014, el cual se efectuó por medio de ejercicios estadísticos y econométricos con información recolectada y publicada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) de México.
"En los últimos 25 años la economía mexicana ha observado un crecimiento anual promedio del 2.5 por ciento. Este modesto desempeño ha estado asociado con un bajo dinamismo de la productividad", explicó Padilla. "De manera agregada, el crecimiento promedio anual de la productividad laboral de México entre los años 2000-2014 (0.9 por ciento) fue significativamente menor que el de los Estados Unidos (2.1 por ciento), lo que ha ampliado la brecha entre ambas economías. En caso de continuar avanzando a estas tasas, a Estados Unidos le llevaría 34 años duplicar su nivel actual de productividad, mientras que a México casi 78 años".
Las seis brechas asociadas al lento crecimiento de la Productividad en México son:
1. Entre sectores. En el período 1990-2012 las manufacturas presentaron el mayor crecimiento promedio anual en México (2.1 por ciento), mientras que el sector primario registró una contracción promedio anual del 0.1 por ciento.
2. Entre regiones. Las brechas de productividad entre estados de la República Mexicana se han ensanchado. Entre 2005 y 2014, Querétaro, Zacatecas y Aguascalientes presentaron el mayor crecimiento en el índice de productividad laboral (2.6 por ciento en promedio), en contraste con una contracción promedio del 3.1 por ciento en los tres estados con el desempeño menos favorable (Baja California, Baja California Sur y Campeche).
3. Por tamaño de empresa. El análisis de los censos económicos permite concluir que, en promedio, la productividad laboral de las empresas grandes manufactureras es 20 por ciento superior a la que presentan las microempresas, 7 por ciento por encima de las pequeñas y 5 por ciento mayor que las empresas medianas.
4. Por orientación de la producción. Las clases de actividad económicas con alta intensidad exportadora (por ejemplo, fabricación de componentes electrónicos y de motores de combustión interna) son en promedio 84 por ciento más productivas que las que registran una baja intensidad exportadora (elaboración de alimentos para animales).
5. Por género. Aun cuando se nota una mayor participación de mujeres en la fuerza laboral, principalmente en servicios, su peso sigue siendo limitado y el dinamismo de su incorporación es lento. Lo preocupante de esta situación se acentúa a la luz de los resultados que surgen del análisis de la base de datos KLEMS, los cuales indican que, por hora promedio trabajada, el producto marginal de las mujeres es mayor que el de los hombres.
6. Por calificación de la fuerza laboral. Por hora trabajada, los trabajadores con educación baja sólo producen, en promedio, la mitad que los trabajadores con educación media, mientras que en promedio los trabajadores con educación alta son 20 veces más productivos.
"México ha hecho importantes esfuerzos en las diversas áreas de política pública que contribuyen a la reducción de las brechas. El gobierno actual ha colocado a la productividad en el centro del debate de la política económica", aseguró Beteta.