El vicepresidente económico de la CE, Olli Rehn, dejó hoy la puerta abierta a conceder más tiempo a España una vez que se conozca en detalle la situación de los países de la Unión Europea (UE) el próximo 22 de febrero, en que el Ejecutivo europeo publicará sus perspectivas macroeconómicas para cada socio comunitario.
"Entonces podremos juzgar mejor qué tipo de recomendación política, en línea con el Pacto de Estabilidad y Crecimiento (que establece el límite del déficit público en el 3 por ciento del PIB) y cuál es su aplicación más inteligente para los Veintisiete, incluida España", señaló Rehn durante un encuentro con la prensa en Bruselas.
El también eurocomisario de Economía y Asuntos Monetarios destacó que los países que prueben haber realizado los esfuerzos adecuados (reformas) para reequilibrar sus cuentas, pero que no hayan logrado reducir el déficit en la medida esperada por Bruselas, podrán optar a una extensión del plazo exigido para cumplir con su objetivo.
Rehn recordó que Bruselas ya concedió, a iniciativa de la CE, un balón de oxígeno a España para que cumpla con su objetivo de reducción de déficit, tras comprobar que el país había hecho un esfuerzo estructural suficiente para corregir el desequilibrio de sus cuentas.
España debía situar su déficit en el 6.3 por ciento del producto interior bruto (PIB) para 2012, bajarlo al 4.5 por ciento en 2013 y al 2.8 por ciento en 2014.
Pese a esos esfuerzos macroeconómicos, la recesión económica complica el cumplimiento de sus objetivos de déficit.
Rehn advirtió en noviembre pasado de que "hay riesgos para alcanzar los objetivos nominales en 2013", debido a que el presupuesto nacional para este año se trazó sobre la base de un escenario macroeconómico demasiado optimista y por la caída de los ingresos de la Seguridad Social.
El gobierno español estimaba que el país saldría de la recesión este año con un ligero crecimiento del 0.5 por ciento del PIB, mientras que la Comisión Europea prevé una contracción del 1.4 por ciento para 2013.
Ante este escenario, Bruselas hace hincapié en la importancia de medir no solo el déficit nominal que marcan estos objetivos establecidos para dar cumplimiento al Pacto de Estabilidad y Crecimiento europeo, sino también la reducción del déficit estructural (sin incluir los gastos e ingresos de carácter cíclico) a través de reformas económicas.
Este matiz permite premiar a países que, como España, están ejecutando una agenda reformista para reducir el déficit (que en 2011 se situó cerca del 9 por ciento), pero que no logran los resultados deseados por el fuerte impacto de la recesión económica en las cuentas públicas.
La Comisión Europea ya anunció en noviembre pasado, cuando dio a conocer las perspectivas macroeconómicas de la zona euro y del conjunto de la UE para 2013 y 2014, que no exigiría a Madrid nuevas medidas de austeridad para corregir el desvío por el momento.
En noviembre pasado Rehn valoró los esfuerzos realizados y previstos por España, que consideró equivalentes al 5.25 por ciento del PIB en 2012 y al 2.25 por ciento en 2013.
También indicó entonces que la mejora anual estimada en el saldo estructural español estaba "en línea con el esfuerzo requerido".
El Ejecutivo europeo también advirtió recientemente a España que, de cara a 2014, serán necesarias medidas adicionales de consolidación.
Entre las preocupaciones de Bruselas figura la posibilidad de desvío en los objetivos de déficit de las Comunidades Autónomas, por lo que ha urgido a España a aplicar de forma efectiva la Ley de Estabilidad Presupuestaria.
El ministerio español de Hacienda informó a principios de mes del riesgo de desvío del objetivo de déficit del 1.5 por ciento del PIB en 2012 en siete comunidades autónomas (Andalucía, Murcia, Comunidad Valenciana, Extremadura, Baleares, Canarias y Castilla-La Mancha), mientras que la situación de Cataluña está por aclarar, en función de los ingresos pendientes.