"El Departamento de Transporte les hará rendir cuentas", aseguró Jean-Pierre durante su primera rueda de prensa tras el parón por las fiestas.
La portavoz destacó que durante la tormenta invernal Elliot, que trajo vientos helados a buena parte del país y causó la muerte de decenas de personas, todas las grandes aerolíneas consiguieron recuperar su actividad con normalidad excepto Southwest.
El miércoles pasado, por ejemplo, casi 2,800 vuelos habían sido cancelados; la inmensa mayoría, unos 2,500, eran de Southwest, según recogía el portal FlightAware.
"Southwest Airlines ha admitido que todas las cancelaciones después del 24 de diciembre eran controlables, es decir, que no tenían que ver con el temporal", aseguró.
Jean-Pierre explicó que la compañía deberá compensar a sus clientes pagándoles el precio de las estancias en hoteles, el transporte y las comidas que se vieron obligados a comprar por la cancelación de sus vuelos.
También deberá devolverles el equipaje perdido lo antes posible y darles hasta 3,800 dólares por daños demostrables, algo que el Departamento de Transporte vigilará con celo. De no hacerlo, la aerolínea de bajo costo con sede en Dallas (Texas) se enfrentará a multas por parte de la Administración estadounidense.
El temporal invernal Elliot atravesó el país hace dos semanas trayendo gélidas temperaturas, fuertes nevadas y vientos huracanados, y dejando más de 50 muertos por el frío y los accidentes, además de 1.7 millones de hogares sin luz y a miles de pasajeros en tierra justo antes de las navidades.