Del resultado de la supervisión se condicionará el desembolso en septiembre de los 8,000 millones de euros que forman el sexto plazo del primer plan de rescate a Grecia por valor de 110,000 millones de euros.
En esta primera semana de estancia en Atenas los inspectores se reunirán con responsables de varios ministerios y sectores, hasta el inicio formal de sus exámenes el próximo lunes 29 de agosto.
Al escrutinio de los expertos estará el progreso de Atenas en la reducción del déficit, la marcha de los procesos de privatización, la reestructuración del sistema bancario y financiero, los recortes y fusiones de entidades públicas, y las reformas vinculadas con la administración y el Estado.
Los inspectores se encontraran con el dato negativo de que la contracción de la economía griega superará el 4.5 por ciento, por encima del pronosticado 3.8 por ciento, debido al empeoramiento de la situación económica internacional y el efecto de las medidas de austeridad, según el ministro de Economía, Evangelos Venizelos.
Venizelos, según avanza la prensa griega, defenderá ante los expertos que las estimaciones de reducir el déficit hasta el 7.6 por ciento era muy optimista y que con semejante caída del PIB sólo se conseguirá llegar al 8.5 por ciento desde el 9.5 por ciento en el que terminó en 2010.
La prensa griega también afirma que el gobierno heleno utilizará el argumento de la delicada situación de la económica globalizada para convencer a los expertos de que se reduzca ritmo de aplicación de las medidas de austeridad, sobretodo de las fiscales que están ahogando el consumo y afectando a la recaudación.
Hasta finales de año el gobierno pretende recaudar unos 27,000 millones para reducir el déficit, un dinero que se pretende obtener en gran parte de la privatización de las loterías y la gestión del aeropuerto internacional de Atenas, así como de la fusión o cierre de organismos públicos.