"Sí estamos claramente pensando en uno solo, fuerte, que venga a invertir, que venga a competir", dijo el portavoz del grupo, Arturo Elías Ayub, hoy a la cadena radiofónica MVS.
El director de alianzas estratégicas de Teléfonos de México (Telmex) afirmó que tendrá que ser una empresa "de nivel mundial", probablemente extranjera, porque se trata de un sector que requiere de inversiones importantes. "No tenemos todavía nombres", indicó.
Elías Ayub afirmó que las empresas de Slim buscarán reducir su participación a menos del 50 por ciento del mercado de telecomunicaciones, dejando además un "margen" para volver a crecer sin pasarse del 50, una vez que haya desembarcado un nuevo competidor en el sector.
Las nuevas leyes de telecomunicaciones de México, que hoy recibieron la aprobación final en la Cámara de Diputados, establecen severas restricciones a las empresas preponderantes, es decir, aquellas que tengan más de la mitad del mercado en telecomunicaciones o radiodifusión.
La desincorporación de activos permitiría a Slim eludir esas medidas asimétricas, que incluyen, entre otras, la obligación de compartir infraestructura con sus competidores.
Slim, uno de los hombres más ricos del mundo, es dueño en México del 86 por ciento de los servicios de telefonía fija y del 70 por ciento de telefonía móvil a través de América Móvil.
Sin embargo, considerando el sector de telecomunicaciones en su conjunto, que es el que considera la ley, su participación es de poco más del 60 por ciento, dijo Elías Ayub.
Elías Ayub, yerno de Slim y su mano derecha, dijo que todavía no saben con exactitud de qué activos se van a deshacer ni a cuánto ascendería la venta, pero estimó que la desincorporación podría rondar un 20 por ciento.
"Hoy es muy difícil estimarlo sin saber todavía qué es lo que se va a vender y a quién", afirmó, pero dijo que, más que vender a varias empresas pequeñas quieren un comprador con capacidad de invertir y de convertirse en un actor de peso.
Para la desincorporación de activos, América Móvil puso como condición que las autoridades dejen de considerarla preponderante en el sector y le abran la puerta a los servicios de triple-play (telefóno, internet y televisión).
Cuando Slim compró Telmex al Estado mexicano hace más de dos décadas, en el título de concesión se asentó expresamente la prohibición de incursionar en el negocio de televisión, en el que ahora quiere desembarcar.
"Queremos ofrecer a nuestros clientes el famoso triple-play", dijo Elías Ayub.
El plan de desincorporación deberá ser aprobado por el Instituto Federal de Telecomunicaciones. (DPA)