Según fuentes del Wall Street Journal, que solicitaron permanecer en el anonimato, la Fiscalía de Manhattan está examinando préstamos que Trump solicitó para su "buque insignia", la Torre Trump de la Quinta Avenida, así como un rascacielos estilo artdeco en el Distrito Financiero de Nueva York, el Trump International Hotel and Tower (situado en Columbus Circle), y el Trump Plaza, un edificio de apartamentos del adinerado Upper East Side de la Gran Manzana.
Todos los préstamos que están siendo estudiados fueron concedidos por subsidiarias de Ladder Capital Corp, un fondo de inversiones inmobiliarias con base en Nueva York que desde 2012 prestó más de 280 millones de dólares a Trump para estos cuatro edificios, indicó el diario neoyorquino.
Las investigaciones de los inmuebles de Manhattan de Trump se producen mientras la Fiscalía de Manhattan se encuentra en una batalla legal entorno a las declaraciones de hacienda del expresidente y otra información financiera.
El Tribunal Supremo de EE.UU. dictaminó el pasado mes de julio que la compañía contable de Trump debía hacer entrega de documentos, pero el magnate neoyorquino convertido en político ha apelado esa decisión en dos ocasiones, mientras que por el momento la corte no ha manifestado si admitirá el caso a trámite, por lo que la petición de la Fiscalía de Manhattan ha quedado en el limbo.
Mientras, Trump ha afirmado que la investigación sobre sus actividades financieras, liderada por el fiscal de Manhattan Cyrus Vance, un demócrata, es una "caza de brujas", y los abogados del expresidente la han descrito como una "expedición de pesca".
Vance, sin embargo, asegura que están desplegando una compleja investigación de supuestos fraudes bancarios y de aseguradoras de la Organización Trump y sus altos cargos.
Aunque se desconocen los detalles de la investigación de las propiedades de Trump y sus préstamos, se cree que podrían estar analizando discrepancias entre la documentación y la información financiera presentada para pedir estos créditos y la que reflejan sus declaraciones de hacienda o de solicitudes de aseguradoras.
Esto se debe a que dar información falsa con la intención de conseguir beneficios financieros puede ser considerado un crimen bajo la legislación neoyorquina, según los expertos legales.
Además de sus bienes inmuebles de Manhattan, los fiscales también están investigando la vasta propiedad de Seven Springs, en el condado neoyorquino de Westchester, que según el Wall Street Journal Trump compró en 1995 por 7.5 millones de dólares y que en 2012 declaró tenía un valor de casi 300 millones de dólares cuando trataba de convertirlo en un vecindario residencial de lujo.
La tasación de Seven Springs por parte de Trump también ha sido objeto de una investigación de fraude llevada a cabo por la oficina de la fiscal general de Nueva York, Letitia James, que quiere establecer si la Organización Trump infló el valor de la propiedad en sus cuentas anuales con el objetivo de obtener préstamos, así como conseguir beneficios fiscales.