Exhorta Agustín Carstens a ver la realidad

El secretario de Hacienda y Crédito Público, Agustín Carstens dijo, "no podemos pretender vivir en una ficción, en la que se exija al gobierno reducir su tamaño sin que haya pérdida de empleos", tras lamentar la propuesta para despedir a 10 mil burócratas.

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Agustín Carstens.

Al comparecer ante el pleno de la Cámara de Diputados, el funcionario defendió el paquete económico que presentó el gobierno federal para el 2010; ahí resaltó que el "impuesto contra la pobreza" cuenta con el consenso de la población.

Señaló que la reducción de la estructura gubernamental supondrá la reducción de cerca de 10 mil plazas en las estructuras administrativas, especialmente las que corresponde a los altos mandos.

"Es algo que lamento mucho, al igual que cuando hay despidos en el sector privado y social, pero no podemos pretender vivir en una ficción, en la que se le exija al gobierno reducir su tamaño sin que haya pérdida de empleos", justificó.

En todo caso, dijo, se hará el esfuerzo para reubicar a los trabajadores, ofrecer el retiro voluntario y dar un apoyo más allá de lo que marca la Ley.

Agregó que el gobierno dará el ejemplo ajustando el gasto.

Explicó que en la actual crisis económica concurren los efectos de la severa contracción que aflige a todos los países, pero aún siendo la peor recesión global en siete décadas, los efectos serán temporales.

En el caso de México, dijo, tiene el problema de la acelerada declinación de la producción petrolera, a diferencia de la contracción temporal.

"Esto si es un efecto duradero que nadie puede revertir de la noche a la mañana, por lo mismo es un hecho que no se puede ignorar en el diseño de la política económica", advirtió.

Esa variable, reiteró, es lo que precisamente distingue a México en el mundo.

"Por muchos años la exportación de petróleo fue indispensable para mantener ampliar y diversas políticas de desarrollo social. Ya no podrá ser así", señaló.

Añadió que en 2010 se producirán casi 800 mil barriles diarios menos de petróleo que en el año 2006, es decir se dejará de recibir recursos por más de 200 mil millones de pesos cada año.

Por ello, exhortó a los legisladores a medir la magnitud de ese golpe que equivale casi a cuatro años de todo el gasto federal destinado a orden, seguridad y justicia.

Reflexionó que los mercados no financiarán a través de un mayor endeudamiento la referida caída permanente en los ingresos públicos, ya que se carece de producción pretrolera creciente.

Al defender la iniciativa federal del paquete económico enfatizó que México, luego de Guatemala, es el país del continente americano con la más baja recaudación tributaria.

Así, las finanzas públicas del país enfrentan un problema estructural que requiere de soluciones inmediatas estructurales.

Para hacer frente a la caída transitoria de ingresos públicos se recurrirá a un déficit fiscal temporal y moderado, comentó.

En particular, dijo, la propuesta fiscal conducirá a un ajuste ordenado de las finanzas públicas con objeto de fortalecerlas en el corto y mediano plazo, ya que establecerá bases más firmes de ingresos que sustituyan a los menores recursos petroleros, a la vez que estimulará el abatimiento de la pobreza.

Debemos reconocer la innegable solidaridad de la mayoría de los mexicanos hacia los más pobres, sostuvo.

"Varias encuestas recientes indican que una inmensa mayoría de los mexicanos está dispuesto a pagar una contribución adicional que se destine a combatir la pobreza", resaltó.

Ello, aseguró, sobre todo si los recursos se ejercen con toda transparencia, de manera abierta, y su ejercicio está sujeto al escrutinio puntual de la sociedad.

"Me parece entonces que es momento de revisar presunciones y evaluar en todo su mérito la iniciativa para crear una contribución de dos por ciento, sobre el consumo de todos los bienes y servicios, destinada a combatir la pobreza", afirmó.