En un comunicado del Departamento de Estado el país señaló que "Estados Unidos es un líder en los esfuerzos globales orientados a detener la fabricación y el tráfico ilícitos de fentanilo y otras drogas sintéticas, una de las principales causas de muerte entre adultos de 18 a 45 años en Estados Unidos".
Esta acción se coordinó en forma estrecha entre el Gobierno de Estados Unidos y el Gobierno de México y está dirigida a entidades y personas involucradas en actividades delictivas, pero no a países específicos.
Las personas y entidades designadas participaron en la fabricación de pastillas falsificadas con etiquetados apócrifos que simulaban ser productos farmacéuticos legítimos, a menudo mezclados con fentanilo, y probablemente destinados a los mercados estadounidenses.
Las medidas que se adoptaron hoy refuerzan aún más las tomadas anteriormente por la Administración Biden-Harris como parte de una ofensiva en la que intervienen todas las áreas del gobierno para salvar vidas desarticulando las cadenas de suministro del fentanilo ilícito a nivel mundial.
Hasta el momento, el gobierno estadounidense ha apoyado a más de 20 millones de estadounidenses en proceso de recuperación, ha fortalecido las alianzas con organismos de seguridad en todo el mundo con el fin de desbaratar y desmantelar organizaciones delictivas transnacionales, y ha emitido más de 30 ofrecimientos de recompensas por un total superior a 75 millones de dólares a cambio de información que contribuya a llevar ante la justicia a traficantes de fentanilo ilícito a través de los Programas contra los Narcóticos y de Recompensas contra la Delincuencia Organizada Transnacional.
Para abordar las amenazas que plantean las drogas sintéticas, el Departamento de Estado está movilizando a una coalición global que incrementará la participación internacional e impulsará acciones innovadoras.