Si bien se esperaba que abril fuera una de las épocas más ocupadas del año, debido a las vacaciones de Semana Santa, la introducción casi universal de las restricciones de viaje provocó esa gran caída, con la que el turismo mundial acumuló un descenso del 44 % hasta ese mes, lo que se tradujo en una pérdida de aproximadamente 195 millones de dólares en ingresos (174,000 millones de euros).
Asia y el Pacífico fueron las primeras regiones en ser afectadas por la pandemia, llevándose el peor golpe entre enero y abril de 2020, con un 51 % menos de llegadas.
Europa registró la segunda mayor caída, con un descenso del 44 % en el mismo período, seguida de Medio Oriente, con uno del 40 %; América, con uno del 36 %, y África, con uno del 35 %.
A principios de mayo, la OMT estableció tres posibles escenarios para el sector turístico en 2020 que apuntan a posibles disminuciones en el número total de turistas internacionales del 58 % al 78 %, dependiendo de cuándo se levanten las restricciones de viaje.
En estos tres escenarios, el impacto de la caída de la demanda podría suponer la pérdida de entre 850 y 1.100 millones de turistas internacionales, y con ellos, de entre 910.000 millones y 1,2 billones de dólares (843,000 millones y 1.1 billones de euros) en ingresos por turismo mundial.
Asimismo, están amenazados entre 100 y 120 millones de puestos de trabajo en empleo directo del turismo.
REINICIO DEL TURISMO
Desde mediados de mayo, la OMT ha identificado un aumento en el número de destinos que anuncian medidas para reiniciar el turismo como la introducción de protocolos y políticas mejoradas de seguridad e higiene diseñadas para promover los viajes internos.
Después de varios meses de interrupción sin precedentes, el turismo está comenzando a reiniciarse en algunas áreas, especialmente en los destinos del hemisferio norte, aunque las restricciones de viaje se mantiene vigentes en la mayoría de los países, por lo que sigue siendo uno de los más afectados.
Para el secretario general de la OMT, Zurab Pololikashvili, es "vital" que el reinicio del turismo se convierta en una prioridad y se gestione de manera responsable, protegiendo a los más vulnerables y con la salud y la seguridad como la principal preocupación del sector.
Hasta que se retome el turismo en todas partes, la OMT ha vuelto a pedir "un fuerte apoyo" al sector para proteger los empleos y las empresas, por lo que acoge "con beneplácito" los pasos dados tanto por la Unión Europea como por países individuales, incluidos Francia y España, para respaldar al turismo económicamente y construir las bases para la recuperación.