Se trata de un proyecto transfronterizo entre España, Francia y Andorra que busca potenciar este sistema tradicional de producción en montaña para crear una carne con “huella de pasto”, es decir, procedente de animales que han comido hierba.
El principal objetivo de DietaPyr2, cofinanciado con fondos europeos FEDER dentro del programa Interreg V-A España-Francia-Andorra (POCTEFA), es transferir y aplicar innovaciones a la industria y a la cadena productiva de vacuno en la zona de los Pirineos para poner en valor una carne identificable por el consumidor.
No todas las razas de vacas son válidas para este tipo de producción. Hay algunas que tienen un muy buen desempeño industrial, pero no sirven para escalar por las escarpadas laderas de las montañas de los Pirineos.
Así lo explica a Efe Pilar Santolaria, investigadora de distintas entidades científicas aragonesas entre las que se encuentra la Universidad de Zaragoza, coordinadora del proyecto.
“Hemos trabajado con la raza gascona por parte de Francia, con la raza bruna de Andorra en Andorra, con las razas pirenaica y parda de montaña en Aragón y con la raza bruna de los Pirineos en Cataluña, que son razas que tradicionalmente han subido a puerto”, cuenta Santolaria.
“La idea del proyecto era favorecer estas razas rústicas ligadas a un determinado sistema de producción”, añade.
Así, se ha puesto en marcha una red transfronteriza para transferir tecnologías e innovar en los sistemas de producción de la carne de vacuno en los Pirineos con razas autóctonas.
DietaPyr2 también ha apostado por reforzar la identidad de la carne producida en los Pirineos al servicio del territorio y de su actividad económica, y por crear una red de educación ambiental sobre las particularidades de la actividad ganadera de vacuno ligada a la montaña pirenaica.
UN PRODUCTO SALUDABLE
Santolaria destaca esta forma de producción sostenible de carne, que además es un producto saludable, contrariamente a la mala fama que a veces acompaña a la carne roja y que perjudica al sector.
Se hizo un estudio de intervención con un grupo de jóvenes a los que se dio a comer carne de vacuno y otro grupo que se alimentó con carne de pollo, y no se encontraron diferencias entre ellos.
Señala también Santolaria que los valores nutricionales de la carne de las razas autóctonas no son los mismos que los de otras razas que producen a nivel industrial en otros países, por lo que han elaboraron unas nuevas tablas nutricionales para recoger el verdadero valor del producto.
Además, la investigadora defiende la necesidad de “identificar la carne con un territorio para diferenciar el producto y de paso favorecer la economía de la zona y al productor local”.
COOPERACIÓN TRANSFRONTERIZA
DietaPyr2 es un proyecto POCTEFA de cooperación transfronteriza entre la Universidad de Zaragoza, el Instituto de Alimentación y Tecnología Agroalimentarias de Cataluña (IRTA), la École Nationale Vétérinaire de Toulouse, el Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentarias de Aragón (CITA), Carn d’Andorra y Groupe Gascon Pyrénées.
Germain Tesnière, de Groupe Gascon Pyrénées, explica a Efe que se ha querido trabajar con socios enfocados a la investigación, como la Universidad de Zaragoza, pero también con socios profesionales vinculados al sector ganadero, como es el caso de su grupo.
De acuerdo con Tesnière, la colaboración ha sido muy positiva, pero recalca que “siempre hay cosas que se pueden mejorar" y asegura que le hubiera gustado poder haber aprendido más sobre algunas metodologías que se llevan a cabo en España.
“Este es el segundo proyecto que hacemos juntos y ya estamos pensando en el tercero”, asegura, por su parte, Santolaria.
Su socio de Francia confirma que se ha “iniciado una reflexión para ver cómo se puede prorrogar la colaboración”, porque quieren continuar con ella.