La Oficina Nacional de Estadísticas (ONS) divulgará por la mañana su primera estimación del PIB en ese periodo, una cifra que, aunque se revisará en otras dos ocasiones, refleja el estado de la economía.
El gobierno de David Cameron está bajo presión pues ha asegurado que el país logrará evitar su tercera recesión desde 2008, pese a diversos indicadores económicos en sentido contrario.
Los datos negativos de los principales sectores productivos hacen temer a los analistas una contracción económica en los tres primeros meses de 2013, lo que, sumado a la caída del 0.3 por ciento registrada en el último trimestre de 2012, marcaría la entrada en una recesión.
Lo único que alimenta la esperanza de haberla esquivado son las estadísticas algo más favorables del sector de los servicios, motor económico del país con una aportación del 75 por ciento al PIB, que creció un 0.3 por ciento entre diciembre de 2012 y enero de este año, según los últimos datos.
Tanto el gobierno como el Banco de Inglaterra han tomado medidas para incentivar el crecimiento, sin que de momento hayan dado resultados destacados.
El banco central anunció hoy mismo la extensión hasta 2015 de su programa de facilitación del crédito para promover los préstamos a las pequeñas y medianas empresas (pymes).
El llamado programa de "Financiación para préstamos" (FLS, por sus siglas en inglés) fue puesto en marcha en agosto del año pasado con un fondo de 80,000 millones de libras (92,800 millones de euros) que se pone a disposición de los bancos a bajo interés con la condición de que presten a las pymes.
Además, el Banco de Inglaterra tiene en marcha un programa de compra de activos a instituciones públicas y empresas privadas a fin de inyectar dinero en la economía, en el que ya ha invertido 375,000 millones de libras (unos 435,000 millones de euros).
Con los tipos de interés en el mínimo histórico del 0.5 por ciento, cada vez quedan menos alternativas de política monetaria para reactivar la actividad económica, mientras el gobierno de coalición rechaza aumentar el gasto público tras efectuar drásticos recortes para reducir el déficit.
Según datos difundidos ayer, el Reino Unido acumuló en el último año fiscal un endeudamiento de 120,600 millones de libras (141,361 millones de euros), lo que sitúa la deuda neta en 1,185.8 billones de libras (unos 1,389.93 billones de euros), equivalente al 75.4 por ciento del PIB.