El Nikkei, que agrupa a los 225 títulos más representativos del mercado, bajó 953.15 puntos, hasta 28,010.93 enteros.
El Topix, que incluye a las firmas de la primera sección, las de mayor capitalización, bajó un 2.42 % o 47.11 puntos, hasta situarse en 1,899.45 unidades.
El parqué tokiota abrió a la baja, contagiado por las pérdidas en Wall Street el viernes pasado y una caída del índice Dow Jones a su nivel más bajo de este año, tras las declaraciones del presidente de la Reserva Federal del Banco de San Luis, James Bullard, sobre su inclinación por adelantar la subida de los tipos a finales de 2022.
A los pocos minutos de la apertura, la plaza de Tokio se dejó dos puntos porcentuales, una tendencia que acentuó a medida que avanzaba la sesión, y acabó sobrepasando los tres puntos.
El temor de los inversores se fundamenta en la última reunión sobre política monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), celebrada la semana pasada y donde se decidió elevar las previsiones de inflación para este año y adelantar a 2023 la fecha en la que podría empezar la retirada de estímulos financieros.
La postura de Bullard, que apuesta por una subida todavía más temprana, terminó de inquietar a los inversionistas nipones.
El tecnológico Softbank retrocedió un 3.51 %, así como Toyota, que vio depreciarse sus acciones en un 1.98 %.
Fast Retailing, la empresa matriz de las tiendas de ropa Uniqlo, cayó un 4.35 %, y la desarrolladora y distribuidora de videojuegos Nintendo perdió un 0.87 %.
La farmacéutica Esai anotó una subida del 0.62 % y la multinacional de la electrónica Sony ganó un 0.38 %.
El transporte aéreo fue el único sector que cosechó ganancias en una jornada de pérdidas generalizadas, en la que el sector químico, el de las aseguradoras y el del caucho cosecharon las mayores retrocesos.
En la primera sección, 1,985 empresas retrocedieron, 166 empresas avanzaron y 42 cerraron sin cambios.
El volumen de negociación ascendió a 2.9 billones de yenes (22,568 millones de euros).