El gobierno francés deja en un 0.9% su previsión de crecimiento para 2014

El gobierno francés anunció hoy que ha diseñado su presupuesto para 2014 sobre la base de un crecimiento de la economía del 0.9 por ciento, por encima del 0.7 por ciento que había anunciado últimamente, pero por debajo del 1.2 por ciento de su programa de estabilidad transmitido a Bruselas en abril.

El ministro de Finanzas, Pierre Moscovici, que presentó a la prensa las grandes líneas del proyecto de presupuesto del próximo ejercicio, mantuvo la previsión de un incremento del producto interior bruto (PIB) del 0.1 por ciento para este año, y eso pese al inesperado incremento del 0.5 por ciento del segundo trimestre, que permitió poner fin a la recesión.

Moscovici indicó que el déficit público se quedará en el 4.1 por ciento del PIB, por encima del 3.7 por ciento que era el objetivo planteado en primavera.

Desde entonces, la Comisión Europea concedió a Francia una ampliación del plazo -en concreto dos años- para dejar su déficit por debajo del umbral del 3 por ciento del PIB.

Con esa perspectiva, el titular de Finanzas indicó que en 2014 su país lo rebajará al 3.6 por ciento, en lugar del 2.9 por ciento inicialmente programado. Para 2015, la meta es situarse por debajo del límite de la regla europea del 3 por ciento.

El presupuesto de 2014 implicará un ahorro de 15,000 millones de euros respecto al precedente, lo que significará que los recortes supondrán un 80 por ciento de los esfuerzos para disminuir el déficit, al tiempo que el 20 por ciento restante procederá de los aumentos de impuestos.

Una de las principales modificaciones del sistema impositivo será el cambio de los tipos del IVA: el normal subirá del 19.6 por ciento al 20 por ciento desde el 1 de enero; el "reducido" del 7 por ciento al 10 por ciento; y el "súper-reducido" caerá ligeramente del 5.5 por ciento al 5 por ciento.

El primer ministro, Jean-Marc Ayrault, anunció que el impuesto sobre la renta volverá a estar indexado con la inflación, después de dos años de congelación del baremo que supuso mecánicamente una mayor presión.

En el impuesto de sociedades, uno de los cambios será el recurso al excedente bruto de explotación como base imponible en lugar de la facturación.

Según el ministro de Hacienda, Bernard Cazeneuve, la presión fiscal suplementaria representará 3,000 millones de euros, en lugar de los 6,000 millones que se había contemplado en los últimos meses.