Según los precios a que cotizan hoy los títulos de Repsol, en torno a los 14.14 euros por acción, la participación de BlackRock vale unos 1,200 millones de euros (12,600 millones de dólares).
El porcentaje del 5.475 % es el resultado de la suma de un 5,306 % de los derechos de voto atribuidos a las acciones, más un 0.169 % por medio de instrumentos financieros.
Según los registros de la CNMV, nunca antes, desde su entrada en 2010, este fondo de inversión había alcanzado unos niveles tan elevados.
El pasado noviembre, BlackRock se convirtió en el mayor accionista de Repsol, después de que JPMorgan redujera su participación en la petrolera -en la que entró en 2014- por debajo del 5 %, cuando había llegado a controlar hasta el 6.855 %.
Poco tiempo más tarde, el banco estadounidense comunicó que volvía a elevarla, aunque ligeramente.
Entre los accionistas significativos de Repsol también se encuentran la gestora de activos Amundi (de Crédit Agricole), con un 3.2 %; y el Banco Santander español, con un 3.829 %.
Esta operación se conoce apenas unos días después de que la petrolera anunciara que había duplicado su beneficio neto (114.8 %) en el primer trimestre de este año, hasta los 1,392 millones de euros (1,460 millones de dólares), gracias a la subida de los hidrocarburos en un periodo marcado por la guerra de Ucrania.
Según datos de la compañía, Repsol cuenta con unos 25,000 empleados y tiene presencia en casi una treintena de países de América, África, Asia y Europa.