El ministro de Finanzas de Canadá, Bill Morneau, ofreció este miércoles en el Parlamento una revisión de las cuentas públicas en las que señaló que la cifra récord de déficit fiscal empujará la deuda nacional por primera vez por encima del billón de dólares canadienses (740,000 millones de dólares estadounidenses).
Antes de la llegada de la pandemia, Morneau había previsto un déficit para este año fiscal, que se inició el 1 de abril, de 28,100 millones de dólares canadienses (20,784 millones de dólares estadounidenses).
La caída de los ingresos recaudados a través de impuestos supondrá un impacto de 71,100 millones de dólares canadienses (52,590 millones de dólares estadounidenses) mientras que otros 227,900 millones de dólares canadienses (168,569 millones de dólares estadounidenses) son gastos directos y medidas fiscales en respuesta a la pandemia.
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, justificó la decisión de multiplicar el gasto público y la deuda al señalar que Canadá como país podía asumir el costo pero que hubiera sido más difícil que los ciudadanos canadienses afrontaran la crisis sin ayudas públicas.
"El Gobierno tenía dos opciones. No hacer nada, dejar que los canadienses se defendieran y esperar que todo acabara pronto o elegir rápidamente apoyar a los canadienses. Elegimos apoyar a los canadienses", declaró Trudeau.
"Nuestro Gobierno se endeudó para reducir la cantidad que los canadienses tenían que hacerlo. Pudimos hacerlo porque Canadá entró en esta crisis con una posición sólida, con una relación de deuda con respecto al PIB considerablemente menor que el resto del G7", añadió el primer ministro canadiense.
El déficit de 343,200 millones de dólares supone un 15.9 % del PIB del país y coloca la relación de deuda federal con respecto al PIB en el 49.1 %.
Por su parte, Morneau explicó que sin los centenares de miles de millones de dólares que el Gobierno canadiense ha destinado para ayudar a recuperar la economía, "millones de empleos habrían desaparecido, poniendo el peso de la deuda sobre las familias, lo que haría peligrar la resiliencia de Canadá".