"Nos adherimos a las acciones para retornar a la senda del crecimiento dinámico y la creación de una gran cantidad de puestos de trabajo", reza el comunicado final del G20 financiero en la capital de Rusia, país que ocupa la presidencia rotatoria del grupo que reúne a las economías más desarrolladas y las más pujantes del mundo.
Los ministros adelantaron que de la cumbre de los jefes de Estado en la segunda ciudad rusa saldrá un Plan de Acción internacional dirigido a consolidar el crecimiento global equilibrado y robusto.
Los reunidos también acordaron mantener una política de tipos de interés bajos en el entorno del G20 y avanzar hacia una política monetaria con mínima intervención de los gobiernos, en la que las cotizaciones de las divisas sean reguladas por el mercado.
"Confirmamos nuestro compromiso de agilizar el avance (...) hacia la flexibilidad de las cotizaciones de divisas", indica el documentos firmado por los ministros y los presidentes de los bancos centrales.
El objetivo es evitar que algunos países intervengan con el fin de fortalecer o debilitar sus monedas nacionales según su conveniencia.
Así, el G20 financiero recordó que las políticas prolongadas de expansión cuantitativa derivan en riesgos añadidos y consecuencias negativas para el conjunto de la economía.
La expansión cuantitativa (quantitative easing QE) es una medida de política monetaria que usan algunos bancos centrales, como es el caso de la Reserva Federal de Estados Unidos, para inyectar dinero en la economía y estimular así su crecimiento.