Por su parte, según las primeras cifras estimadas del PIB, el ritmo anual de crecimiento entre julio y septiembre fue del 2.8 %, una ralentización respecto a la cifra registrada en el periodo previo, del 3 %.
La BEA señala que en este periodo hubo aumentos en el gasto del consumidor, las exportaciones y el gasto del gobierno federal, mientras que las importaciones, que son una resta en el cálculo del PIB, aumentaron.
Los datos alejan cualquier temor a una recesión y confirman la fortaleza de la economía estadounidense, cuando faltan solo seis días para las elecciones presidenciales del 5 de noviembre, que enfrentarán a la demócrata Kamala Harris con el republicano Donald Trump.
A través de un comunicado, el presidente, Joe Biden, afirmó que los datos del PIB demuestran lo que se ha avanzado desde que asumió el cargo.
"De la peor crisis económica desde la Gran Depresión a la economía más fuerte del mundo. Desde que asumí el cargo, la economía ha crecido un 12.6 %, hemos tenido el desempleo promedio más bajo en 50 años, se han creado casi 16 millones de empleos y los ingresos han aumentado 4,000 dólares más que la inflación", afirmó.
Pese a la ligera ralentización, el ritmo anual de crecimiento es mayor del que pronosticaban los economistas, un dato que se conoce cuando la Reserva Federal (Fed) ha iniciado su ciclo de bajadas de tipos de interés, que hoy se sitúan en el un rango del 4.75 % al 5 %.
Todo ello después de que la inflación se haya reducido (al 2.4 % en septiembre, último dato conocido) y el mercado laboral continúe sólido con 254,000 puestos de trabajo creados en septiembre.
La primera bajada de tipos se produjo a mediados de septiembre y la semana que viene, los días 6 y 7 de noviembre, los miembros del comité que decide sobre tipos de interés se reunirán para estimar si es apropiado bajarlos más.
Según los pronósticos, es probable que bajen 25 puntos básicos, una posibilidad que aumenta tras conocerse la estabilidad de la economía.
Analizando los datos del PIB en detalle, el aumento del gasto del consumidor reflejó aumentos tanto en bienes como en servicios. El aumento de los bienes fue liderado por otros bienes no duraderos (principalmente medicamentos recetados) y vehículos de motor y repuestos (principalmente camionetas livianas usadas), señaló la BEA.
El aumento del gasto de los consumidores en servicios fue liderado por la atención médica (principalmente servicios ambulatorios), así como los servicios de comida y alojamiento.
Dentro de las exportaciones, el aumento reflejó principalmente un aumento en los bienes (liderados por los bienes de capital, excluyendo los automotrices), mientras que dentro de las importaciones, el aumento reflejó principalmente un aumento en los bienes (liderados por los bienes de capital, excluyendo los automotrices).
El aumento en el gasto del gobierno federal reflejó principalmente un incremento en los gastos de consumo de defensa.
En comparación con el segundo trimestre, la desaceleración del ritmo anual del PIB en el tercer trimestre reflejó principalmente una caída en la inversión privada en inventarios y una mayor disminución en la inversión fija residencial.
Estos movimientos fueron parcialmente compensados por aceleraciones en las exportaciones, el gasto de los consumidores y el gasto del gobierno federal. Las importaciones, por su parte, se aceleraron.
El informe reveló además que el índice de precios del producto interno bruto aumentó un 1.8 % en el período julio-septiembre, por debajo del aumento del 2.5 % registrado en el trimestre anterior.
Mientras tanto, el índice de precios del gasto en consumo personal básico aumentó un 2.2 % trimestralmente, por debajo del crecimiento del 2.8 % registrado en el segundo trimestre, pero superando las previsiones de un aumento del 2.1 %.