La institución expone cinco causas para revisar a la baja su previsión para una de las economías emergentes y la primera de ellas es el precio del petróleo, que según sus pronósticos caerá hasta los 102 dólares por barril.
Este factor negativo para una Rusia exportadora de combustibles fósiles que vive años de bonanza gracias a los altos precios de la energía será parcialmente compensado "por reducción del diferencial de precio entre el petróleo de las marcas Urals (ruso) y WTI (Texas)", señala el documento.
También la coyuntura económica internacional, peor de la inicialmente prevista, afectará de forma negativa al PIB ruso, según BM, que ha rebajado en una media de dos décimas sus pronósticos de crecimiento para los países desarrollados y en otras cuatro décimas para los países en desarrollo.
"Según el pronóstico de febrero de la Comisión Europea, la economía de la zona del euro, el principal socio económico de Rusia, volverá a crecer en 2014 y no en 2013 como se había previsto en otoño", advierte el informe.
El tercer factor desfavorable para Rusia es el descenso de la actividad económica en el país, más pronunciado de lo que se esperaba en los últimos meses del año pasado, algo que "desacelerará el crecimiento económico en 2013 como consecuencia de una inercia negativa", según el BM.
La debilidad de las inversiones y la inflación completan el pronóstico a la baja para Rusia.
"Teniendo en cuenta el débil crecimiento de las inversiones en 2012, y a pesar de los grandes proyectos inversionistas relacionados con la Olimpiada (de invierno) de Sochi (Rusia), creemos que las inversiones se recuperarán sólo a mediados de 2013 como consecuencia de la recuperación de la economía mundial", advierte la institución financiera.
La inflación, según el BM, será superior a la horquilla de entre 5 y 6 por ciento, objetivo marcado por el Banco Central de Rusia, debido a "los factores estacionarios y una tensa situación en el mercado laboral" del país.
El déficit público se situará este año en el 0.1 por ciento, dos décimas por encima del pronóstico de otoño, que preveía para Rusia un superávit de una décima porcentual.
La pobreza, por otro lado, seguirá retrocediendo ante una coyuntura económica en general buena.
"Según nuestros datos, el porcentaje de población con ingresos inferiores al mínimo de supervivencia se reducirá desde el 11.7 por ciento en 2012 al 11.2 por ciento en 2014 (...) gracias a los bajos niveles de desempleo, el crecimiento de los salarios y el descenso de la inflación", señala el informe.