En su último informe trimestral, la entidad atribuye ese descenso a la desaceleración de las exportaciones, hasta ahora consideradas el principal motor de la economía irlandesa.
El ICB también predijo que el Producto Nacional Bruto (PNB), que excluye las aportaciones de las multinacionales y que, para muchos expertos, es un indicador económico más fiable, se contraerá un 0.7 por ciento.
La "significativa" rebaja de sus previsiones responde a un declive a corto plazo de la demanda externa, mientras la demanda interna también "se ha debilitado", apunta el banco central.
Por ese motivo, la recuperación de Irlanda, una de las economías más globalizadas del mundo, para el próximo año dependerá, en gran medida, del "calado y la duración" de la crisis económica internacional, advierte el ICB en su informe.
El texto destaca que la caída de las exportaciones durante 2012 refleja, a su vez, las pobres perspectivas de crecimiento de "socios comerciales tradicionales".
Aun así, el ICB confía en que este sector podría volver a crecer con vigor en 2013 si llegan a materializarse las previsiones de recuperación de la economía global para el segundo semestre del presente año.
Las exportaciones, no obstante, seguirán contribuyendo positivamente al modesto crecimiento del PIB irlandés y actuando, a la vez, como contrapeso a la continua caída de la demanda interna.
En este contexto, el ICB confía en que el gobierno irlandés sea todavía capaz de cumplir con las condiciones marcadas en el rescate económico de la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), cuantificado en 85,000 millones de euros.
La hoja de ruta para Irlanda ha obligado al Ejecutivo de Dublín a introducir medidas de ajustes encaminadas a ahorrar este año 3,800 millones de euros y a reducir su déficit público hasta el 8.6 por ciento del PIB.