En julio, el Fondo Monetario Internacional (FMI) había augurado que la economía china crecería un 7.5 por ciento en 2009 y un 8.5 por ciento en 2010, pero su desempeño en los últimos meses ha mejorado sus expectativas.
Aún así, el organismo emitió una llamada de atención respecto a la expansión de crédito privado, que aumentó un 24 por ciento en la primera mitad del año.
"Mantener el crecimiento del crédito a este nivel conlleva el riesgo de crear incentivos para una inversión excesiva, una subida insostenible de los precios de los activos y el empeoramiento de la calidad del crédito en el sistema bancario", afirmó en su informe semestral "Perspectivas Económicas Mundiales", que divulgó hoy en Estambul.
El organismo recomendó al país poner fin a la expansión monetaria "tan pronto como haya señales claras de que se ha afianzado la recuperación económica".
El FMI también afirmó que el programa de estímulo de China está ayudando a sus vecinos, pues ha potenciado sus importaciones de países como Indonesia y Corea del Sur.
La inyección fiscal hará que este año China e India -este segundo país con un crecimiento del 5.4 por ciento- tiren del resto de Asia, según el Fondo.
Aún así, para que la recuperación mundial sea sostenible, el Fondo cree que China debe fomentar su demanda interna y confiar menos en la exportación, especialmente a Estados Unidos, donde los consumidores previsiblemente ahorrarán más.
El economista jefe, Olivier Blanchard, dijo en una rueda de prensa que este ajuste requiere una apreciación de las monedas asiáticas.
Pese a sus recomendaciones, el FMI cree que lo más probable es que ese re-equilibrio de producción a nivel mundial será sólo parcial, por lo que augura que el superávit por cuenta corriente chino volverá a crecer.
Este año estima que ascenderá al 7.8 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) y en 2010 sumará un 8.6 por ciento, frente al 11 por ciento de 2007, antes de la crisis.