Durante una sesión previa al juicio, el abogado de Weisselberg, Bryan Skarlatos, declaró que tenía "poderosas razones para creer que podría haber nuevas imputaciones".
Además, Skarlatos, que no abundó en detalles, apuntó que durante las investigaciones se han hallado documentos fiscales en el bajo de la casa de uno de los implicados.
La Fiscalía acusa al alto ejecutivo y a la empresa del exmandatario estadounidense de varios cargos criminales que incluyen hurto mayor, fraude, conspiración y falsificación de documentos por una supuesta trama de 15 años para evadir impuestos.
Supuestamente, la compañía operó entre 2005 y mediados de 2021 un sistema con el que pagaba a Weisselberg y otros ejecutivos "por debajo de la mesa", dándoles una parte importante de sus compensaciones de forma que se pudiera limitar el pago de impuestos, tanto por parte de los individuos como de la empresa.
Entre otras cosas, denuncian que Weisselberg evadió impuestos en unos ingresos de unos 1,7 millones de dólares como parte de una trama organizada por altos cargos de la Organización Trump.
Según un calendario tentativo presentado durante la sesión de hoy, el juicio podría dar comienzo en agosto o septiembre de 2022, lo que coincidiría con la campaña electoral de las elecciones para renovar el Congreso y un tercio del Senado, y que están previstas para el 8 de noviembre.