La alerta del Inspector General de la cartera de Trabajo apunta que ese dinero se habría entregado a individuos con número de la seguridad social inscrito en múltiples estados del país, personas ya fallecidas, solicitado desde cuentas de correo electrónico sospechosas o a prisioneros federales.
La acusación de 1,000 personas y el fraude potencial multimillonario "subraya la magnitud de este problema", dijo el inspector general Larry Turner en un comunicado.
En los cinco primeros meses desde el inicio de la pandemia en marzo de 2020, más de 57 millones de personas se inscribieron en Estados Unidos al programa de ayuda al desempleo, una iniciativa conjunta federal y estatal que constituye la primera línea de acción frente al impacto de la falta de empleo.
Según la nota, la inyección de miles de millones de dólares que ese programa recibió de los fondos federales en plena epidemia dio a individuos y grupos criminales organizados un objetivo de alto nivel.
Desde el inicio de la pandemia, las autoridades estadounidenses han abierto más de 190,000 investigaciones por potencial fraude en esas ayudas, una cifra más de 1,000 veces superior al volumen habitual.
De las 1,000 personas que ya han sido imputadas por estafa, se ha condenado hasta la fecha a "más de 400", añadió el comunicado, según el cual esas sentencias suman más de 7,000 meses de prisión en total.