El diario, que cita a una fuente anónima, señala que Deutsche Bank no trabajará en el futuro ni con Trump ni con su empresa, aunque todavía mantendrá una relación durante los próximos años, pues la compañía del magnate debe más de 300 millones de dólares a la entidad.
El banco ha sido durante dos décadas la principal fuente de crédito para Trump y al menos algunos de sus directivos han criticado públicamente el asalto al Congreso de la pasada semana.
Signature Bank, otra entidad en la que Trump tiene cuentas personales con más de 5 millones de dólares y que le ayudó a financiar su campo de golf en Florida, también ha decidido romper relaciones con el presidente saliente tras este episodio.
El banco, en un comunicado, llamó al mandatario a dimitir “en interés de nuestra nación y del pueblo estadounidense”.
Además, Signature dejará de hacer negocios en el futuro con todos los miembros del Congreso que votaron en contra de certificar los resultados de las elecciones del pasado noviembre, según dijo una portavoz al Times.
Numerosas grandes empresas estadounidenses han anunciado en los últimos días que van a dejar de hacer donaciones a las campañas electorales de estos legisladores, mientras que otras han optado por detener todas sus contribuciones políticas a la vista del clima que se vive en el país.
Trump y un buen número de miembros del Partido Republicano han denunciado repetidamente un supuesto fraude en los comicios que dieron la Presidencia al demócrata Joe Biden, pero por ahora no han presentado pruebas y sus argumentos han sido desestimados por los tribunales.