La entidad comunicó hoy que sus analistas consideran que la economía helvética crecerá un magro 0.5 por ciento en 2012 en lugar del 2 por ciento que habían calculado anteriormente.
Esta drástica corrección se explica por la degradación de la situación económica en varios de los principales mercados para los productos suizos, una tendencia a la que los economistas de Credit Suisse no ven una rápida solución dada la persistencia de la crisis.
"Para Suiza, esto significa una reducción de sus exportaciones y de gastos en equipamiento", indicó el banco en su análisis distribuido hoy a la prensa.
La expectativa del banco es que el consumo privado interno se mantenga sólido y permita contrarrestar en algo la contracción en el comercio exterior.
Según las estimaciones del banco, el volumen de las exportaciones apenas progresará el 1 por ciento el próximo año.
A escala internacional, Credit Suisse sostiene que las amenazas que pesan sobre Italia en relación con su deuda han generado una nueva ola de inestabilidad en los mercados financieros, tensiones crecientes en los mercados de crédito y préstamos interbancarios y una caída de la moral de los consumidores y empresarios.
El banco suizo considera que a pesar de las diversas medidas en curso de adopción en varios países endeudados, Europa "no escapará a un parón brutal".
Pronostica que también los países emergentes sufrirán de la situación y que sus economías atravesarán una fase de "enfriamiento", mientras que Estados Unidos sufrirá igualmente de una falta de vitalidad económica.