El mayor sindicato italiano, CGIL, anunció hoy que convocará una huelga general de ocho horas, más otras ocho horas de paros por asambleas, en protesta por la reforma laboral que quiere aprobar el gobierno del tecnócrata Mario Monti y que, entre otras cosas, modifica la normativa sobre los despidos improcedentes.
El CGIL, que cuenta con unos 6 millones de inscritos, fue el único sindicato de los tres mayoritarios, los otros dos son CISL y UIL, con el que el gobierno de Monti no ha llegado a un acuerdo después de numerosas reuniones para conseguir su apoyo a la reforma.
"Una reforma que no reduce el trabajo precario, que no extiende las ayudas al desempleo y que lo único que hace es facilitar el despido", así la calificó el líder del CGIL para el sector metalúrgico, Maurizio Landini.
La fecha de la huelga general aun no ha sido definida, pero desde el sindicato se anunció que durante esa jornada se convocarán manifestaciones en las principales ciudades del país.
Aunque mañana se celebrará una nueva reunión con los agentes sociales para limar las últimas dudas sobre el proyecto de ley, será difícil que el mayor sindicato del país ceda ante el que es el punto clave de esta reforma: la modificación del artículo 18 del Estatuto de los trabajadores para las empresas con más de 15 empleados y que establece que estos tengan que ser readmitidos o resarcidos ante un despido improcedente.
La reforma laboral que espera aprobar Monti introduce la posibilidad de despido por motivos económicos o disciplinarios e introduce una indemnización entre 15 y 27 mensualidades en el primer caso y de 27 en el segundo.
Por otra parte, el juez podrá determinar la indemnización o el resarcimiento solo en caso de que el despido sea considerado "discriminatorio" y esto se extenderá también en sociedades con menos de 15 trabajadores.
Para la ministra de Trabajo, Elsa Fornero, la reforma "hará el mundo trabajo más participativo y dinámico" y anunció un nuevo sistema de subsidios para los desempleados que comenzará a partir de 2017 y que contará con mayores recursos.
Otros puntos de la reforma será que después de 36 meses de contratos temporales se tendrá que pasar a un contrato indefinido y se reforzará el uso de los contratos de prácticas como ingresos en el mundo del trabajo, pero no se permitirán los contratos gratuitos de aprendizaje.
El proyecto de ley de reforma del trabajo tendrá que pasar al Consejo de Ministros para su posterior ratificación en el Parlamento, donde los principales partidos como el Pueblo de la Libertad (PDL) y el Partido Demócrata (PD) no crearán obstáculos para su aprobación.