Un 65.5 % de estas rebajas se produjeron mediante los mecanismos aprobados por el Gobierno ante la covid-19 para apoyar el desarrollo económico y la contención de la pandemia.
Entre enero y septiembre, el número de contribuyentes en el país se elevó en un 7.5 %, con especial protagonismo del tercer trimestre, en el que la cifra se disparó un 26 % interanual, según datos ofrecidos este fin de semana por Hacienda.
Para 2020, el Ejecutivo elevó su objetivo de reducción de la carga fiscal a las empresas en un 25 % hasta los 2.5 billones de yuanes (373,810 millones de dólares, 320,666 millones de euros).
El año pasado, China recortó 2.36 billones de yuanes (352,887 millones de dólares, 302,708 millones de euros) en impuestos y tasas, una cifra superior al objetivo original de 2 billones de yuanes (299,056 millones de dólares, 257,026 millones de euros).
En abril de 2019, el Gobierno redujo el IVA general del 16 % al 13 % para sectores como ventas o importación de bienes y del 10 % al 9 % para otros como transporte o construcción, mientras que mantuvo en el 6 % los gravámenes a los servicios.
Por su parte, los denominados contribuyentes a pequeña escala -ya sean ciudadanos de a pie o pequeños empresarios que registren ventas por debajo de cierto umbral- se acogen a una tasa de IVA reducida, del 3 %, explica en un informe la consultora PwC.
ALIVIO FISCAL CONTRA EL CORONAVIRUS
Este año, ante el impacto de la covid-19, se ha reducido esa última tasa al 1 % en todas las provincias de China menos en Hubei (centro), la más afectada por el coronavirus, donde se ha aprobado una exención del pago del IVA para los citados contribuyentes a pequeña escala.
Con respecto a los impuestos de sociedades, cuya tasa estándar en China es del 25 %, el Gobierno anunció medidas como permitir a las empresas pequeñas y de ingresos bajos que retrasen sus pagos de 2020 al primer plazo de pago del año que viene.
Asimismo, las firmas de sectores especialmente afectados como transporte, restauración, turismo o cine podrán arrastrar sus pérdidas netas de explotación durante ocho años en lugar de los cinco habituales.
Las empresas que más sufrieron por la pandemia también pueden retrasar el pago de su parte de cotizaciones a la seguridad social durante medio año o, en el caso de las pymes, incluso solicitar quedar exentas; también se aprobaron incentivos para las compañías que no llevasen a cabo despidos o reducción de los costes corrientes -electricidad y gas- y de financiación.
Según indicó PwC tras el informe del Gobierno ante la Asamblea Nacional Popular (ANP, Legislativo) de mayo, estas políticas "aliviarán la carga (fiscal) sobre diversos actores del mercado, especialmente las pymes, lo que puede estabilizar el empleo, garantizar las condiciones de vida y mantener estables los fundamentos económicos".