Según recoge hoy el diario oficial "Shanghai Daily", los retrasos en la entrega del Dreamliner, que Boeing ha empezado a comercializar con tres años de retraso, se han sumado a la caída de la demanda internacional de vuelos de largo recorrido por efecto de la crisis económica mundial.
De esta manera, en lugar de 24 aparatos B787, el competidor natural estadounidense, de 290 plazas, ante el gigantesco Airbus A380, el avión comercial más grande del mundo, de 506 plazas, China Eastern comparará 45 aviones 737-800, de entre 160 y 189 asientos, poco más que la mitad que el Dreamliner.
En compensación, según detalló Boeing en un comunicado, la aerolínea estatal shanghainesa pagará "significativamente" menos por las aeronaves que en el precio de catálogo, y recibirá una cantidad no facilitada como indemnización por parte del gigante aeronáutico.
Los B737-800 serán entregados a la compañía china entre 2014 y 2016, lo que aumentará su capacidad de pasajeros en un 8,7 por ciento.
China Southern, que esta semana se ha convertido en la séptima compañía mundial y la tercera de Asia en poner en servicio su primer "superjumbo" A380, también estudia retirar sus pedidos de B787 Dreamliner.
Boeing ha retrasado la fecha de entrega del primero de los 10 aparatos de este tipo que había encargado la compañía, con sede en Cantón, hasta julio de 2012, por motivos de certificación, explicó el presidente financiero de la aerolínea, Xu Jiebo, que no dio más detalles.
"No descartamos la posibilidad de cancelar o ajustar los pedidos de 787 si hay una gran diferencia entre la funcionalidad o la fecha de entrega y nuestras necesidades", declaró, aunque dijo que, en cualquier caso, pedirá una compensación a Boeing por el retraso.
La shanghainesa China Eastern también tiene previsto devolver desde 2012 cinco aparatos A340-300 al consorcio europeo Airbus a cambio de 15 aviones A330, más pequeños pero de doble pasillo, con entre 250 y 300 plazas, que serán entregados entre 2013 y 2015.
"Las aerolíneas de todo el mundo están ajustando sus estrategias de expansión de la flota según la crisis debilita la demanda de viajes aéreos", señaló el secretario de la mesa directiva de la compañía, Luo Zhuping; "estamos haciendo rápidos cambios para servir a nuestra demanda interna, que sigue siendo robusta por el momento".
"El cambio a aparatos más pequeños será bueno para China Eastern si su mercado interno puede absorber la capacidad adicional" de pasajeros resultante, señaló por su parte el analista Shirley Lam, de la consultora Nomura International de Hong Kong.
"Aun así, se verá afectada si el crecimiento económico de China se ralentiza", añadió.