En su último estudio, el organismo defiende que la economía china "se reavivará moderadamente en medio de las políticas a favor del crecimiento que aplica el gobierno y la recuperación lenta de la economía mundial".
Además, también adelantó que la República Popular crecerá este año en una mayor medida con respecto al registro de 2012, que fue del 7.8 por ciento.
La principal fuente que propulsará la economía china, según el SIC, será la inversión en infraestructuras, después de que el gobierno inyectara 30.9 billones de yuanes (4.92 billones de dólares, 3.75 billones de euros) el año pasado en este ámbito, unos proyectos que en 2013 empiezan a fructificar.
El organismo también dio a conocer cifras de previsión para otros indicadores macroeconómicos, una prospección que se refiere solamente a los tres primeros meses de 2013 con respecto a los de 2012.
Así, espera un incremento del 16 por ciento en inversiones inmobiliarias, del 22 por ciento en el sector manufacturero, del 8 y 6 por ciento en las exportaciones y las importaciones y del 10.5 por ciento en la producción industrial.
En cuanto a la inflación, de la cual varios analistas y organismos del país ya han advertido de un fuerte repunte, el SIC la sitúa en el 2.6 por ciento "por la relajación de la liquidez del mercado y el incremento de los costes de producción".
En el tercer trimestre de 2012, el crecimiento económico de China se desaceleró hasta un 7.4 por ciento, la tasa más baja en nueve trimestres, arrastrada por los desequilibrios internos y la crisis económica global.
Sin embargo, ésta se aceleró un 7.9 por ciento en el cuarto trimestre después de que varias medidas tomadas desde Pekín, tanto de carácter fiscal como monetario, tuvieran su efecto.