El llamado programa de socios nacionales cualificados limitados (QDLP, en sus siglas en inglés), aprobado por los reguladores chinos, ha repartido así seis cuotas de 500 millones de dólares cada una, con lo que suman un flujo de capital conjunto de 3,000 millones de dólares (2,250 millones de euros).
De esta manera, los seis fondos autorizados por ahora en el programa podrán captar fondos en yuanes en Shanghái, donde se encuentra también la principal bolsa de valores del país, y convertirlos en divisas extranjeras para invertirlos en otros mercados, revela hoy el diario "South China Morning Post".
Según varias fuentes no identificadas por el diario, involucradas en el proceso de captación de capital para estas gestoras de fondos de alto riesgo, las firmas autorizadas son Winton Capital Management, Man Group, Marshall Wace, Citadel, Och-Ziff Capital Management y un sexto fondo que no se ha conocido por el momento.
Shanghái, que anunció la futura creación del programa en 2011, solicitó al regulador nacional de comercio de divisas la aprobación de una cuota máxima de participación china en fondos de alto riesgo extranjeros equivalente a 5,000 millones de dólares (3,878 millones de euros), aunque por ahora la cifra conocida suma 3,000 millones.
Ahora queda por ver si los fondos extranjeros son capaces de atraer de verdad suficiente capital de posibles inversionistas chinos como para completar esas cuotas.
Este paso de Shanghái era percibido también como una maniobra en su creciente competencia con la zona financiera experimental de Qianhai, en la ciudad cantonesa de Shenzhen (sureste), sede de la segunda bolsa de valores del país y vecina de Hong Kong, donde se trabaja hacia una mayor convertibilidad de la divisa china.
Sin embargo, el anuncio en julio de la creación de una zona de libre comercio en Shanghái, que funcionará como tal formalmente desde el próximo día 29, y donde se espera liberalizar completamente el cambio del yuan, pone la balanza a favor de Shanghái, que Pekín quiere convertir en centro financiero de peso mundial para 2020.
El sistema QDLP, propuesto por el gobierno de Shanghái, cuyo vicealcalde económico, Tu Guangshao, impulsó ese proyecto de que la ciudad sea en 2020 un centro financiero de peso mundial de Londres o Nueva York, busca, sobre todo, que el QDLP permita fomentar y madurar los propios fondos de alto riesgo chinos, aún incipientes.
Estos instrumentos financieros apenas son conocidos todavía entre los inversionistas del país, aunque Shanghái espera cambiar esa percepción abriendo sus puertas a fondos internacionales, que sólo podrán invertir el capital reunido en el extranjero y no en las bolsas de Shanghái y Shenzhen.
Las entidades extranjeras, entretanto, sólo pueden invertir en las bolsas chinas mediante otro programa de cuotas, el de inversionistas institucionales extranjeros cualificados (QFII, en inglés).
Por su parte, los inversionistas chinos sólo pueden acceder por ahora a las bolsas extranjeras de manera indirecta, a través de bancos y fondos mutuos chinos.
China aumentó el año pasado su cuota de inversión extranjera máxima posible mediante el programa QFII, contabilizado en dólares estadounidenses, hasta 80,000 millones de dólares (60,453 millones de euros).
Otro programa similar, iniciado en 2011 y contabilizado en yuanes (RQFII, siglas internacionales), fue aumentado también en 2012 hasta un máximo de 70,000 millones de yuanes (8,491 millones de euros, 11,229 millones de dólares).