En su informe "Perspectivas Económicas Globales", que publica cada semestre, el BM estimó que el Producto Interno Bruto (PIB) mundial creció un 2.3 por ciento en 2012, dos décimas menos de lo que había pronosticado en junio pasado.
Además, si en junio el organismo anticipó que la economía mundial crecería un 3 por ciento en 2013, en este último informe rebaja esa previsión al 2.4 por ciento.
Los principales riesgos que enfrenta hoy la economía mundial, a juicio del Banco Mundial, son la paralización de los avances para resolver la crisis en la zona euro, los problemas fiscales y de la deuda de Estados Unidos y la posibilidad de un recorte abrupto de las inversiones en China.
Con un crecimiento "magro" en los países de ingresos altos, las naciones en desarrollo deben concentrarse "en mejorar el potencial de sus propias economías", según el informe.
"Debemos seguir ayudando a los países en desarrollo en sus inversiones en infraestructura, salud y educación. Esto creará las condiciones para el crecimiento más robusto que sabemos que pueden lograr en el futuro", recomendó el presidente del BM, Jim Yong Kim.
En 2012 los países en desarrollo registraron una de las peores tasas de crecimiento de la última década, de acuerdo con el organismo.
La producción se aceleró el año pasado en esos países, pero "se ve frenada por la falta de inversión y la débil actividad industrial en las economías avanzadas".
Pese a todo, la solidez de su demanda interna y los crecientes vínculos comerciales entre ellos hicieron que en 2012, por segundo año consecutivo, los países emergentes fueran "responsables de más de la mitad del crecimiento mundial", destacó Hans Timmer, director del Grupo de Perspectivas de Desarrollo del BM.
El PIB de los países en desarrollo se expandió un 5.1 por ciento en 2012 y lo hará en un 5.5 por ciento en 2013, según el BM, que también revisó a la baja sus perspectivas de crecimiento para estas naciones con respecto a su informe de junio.
Para garantizar su resistencia "ante los riesgos de deterioro", los países en desarrollo "deben reconstruir gradualmente sus reservas fiscales y monetarias, y mejorar sus redes de protección social y la seguridad alimentaria", argumentó Andrew Burns, gerente de Macroeconomía Global y principal autor del informe.
En cuanto a la zona euro, el crecimiento "solo regresará a cifras positivas" en 2014, cuando el PIB se expandirá un 0.9 por ciento, mientras que para 2013 el banco pronostica una contracción del 0.1 por ciento.
Sobre Latinoamérica y el Caribe el organismo explica que el PIB de la región creció un 3 por ciento en 2012 frente al 4.3 por ciento de 2011, a causa de la "marcada contracción de la demanda interna" en algunas de sus economías más grandes.
Se espera que flujos de capital más estables, sobre todo de inversión extranjera directa, y un aumento en la demanda externa impulsen el crecimiento regional a un promedio del 3.8 por ciento durante el periodo 2013-2015.
"Las reformas laborales y tributarias iniciadas en algunas de sus principales economías y la determinación de aumentar la inversión en infraestructura ayudarán a hacer frente a parte de los problemas estructurales que han dificultado el desarrollo" de Latinoamérica y el Caribe, apunta el informe.
Con respecto al crecimiento de Asia Oriental y el Pacífico, el BM afirma que redujo su ritmo del 8.3 por ciento de 2011 al 7.5 por ciento en 2012, fundamentalmente por el debilitamiento de la demanda externa y las políticas de China para detener la inflación.
En Asia meridional el crecimiento también se debilitó y cayó al 5.4 por ciento el año pasado desde el 7.4 por ciento de 2011, arrastrado por la "abrupta desaceleración" en la India.
Mientras, el crecimiento en Oriente Medio y el Norte de África continúa afectado "por la incertidumbre política y los disturbios en varios países", de acuerdo con el informe.