En su reciente Política Monetaria pronosticó un crecimiento real del Producto Interno Bruto (PIB) del 1.3 por ciento en 2016, lo que es menor al 1.7 por ciento proyectado en abril.
El banco central prevé ahora un crecimiento promedio para 2017 de 2.2 por ciento, lo que está por debajo del 2.3 por ciento proyectado en abril. También pronosticó una inflación de 2.0 por ciento en 2017.
Estimó que el Producto Interno Bruto global tendrá un crecimiento de 2.9 por ciento en 2016, 3.3 por ciento en 2017 y 3.5 por ciento en 2018.
“Después de un débil comienzo de año, la economía estadunidense está dando muestras de un robustecimiento con un saludable mercado laboral y un sólido crecimiento en el consumo”, indicó la institución financiera.
Para el caso de Canadá, el crecimiento del PIB real fue de 2.4 por ciento en el primer trimestre de este año, pero se estima que en el segundo habrá una contracción de 1.0 por ciento debido a flujos comerciales volátiles, desigual gasto doméstico y por los incendios forestales de Alberta.
Durante junio se registró un gran incendio forestal en Alberta, que se prolongó por más de un mes, provocando no sólo el desalojo de más de 90 mil personas sino la paralización parcial de la actividad petrolera.
El Banco de Canadá estima que el PIB real nacional crecerá 1.3 por ciento en 2016, 2.2 por ciento en 2017 y 2.1 por ciento en 2018. “El gasto federal en infraestructura y otras medidas fiscales anunciadas en el presupuesto federal contribuirán al crecimiento”, estimó el banco.
El gobernador del banco, Stephen Poloz, había declarado hace unas semanas que la economía canadiense regresará a su potencial hasta la segunda mitad del 2017, pero en su informe de este miércoles el banco afirmó que dicha recuperación vendrá hacia finales del próximo año.
El Banco de Canadá dijo que la incertidumbre se debe a los efectos de la salida del Reino Unido de la mancomunidad, así como a los ajustes estructurales que se están dando en la economía canadiense en el sentido de que el crecimiento se desplaza desde el sector energético a favor de las exportaciones no mercantiles.
“El Brexit está poniendo a prueba la resistencia del sistema financiero global, pero los efectos negativos se verán en los flujos comerciales y de inversiones, así como en el debilitamiento en general de la confianza para hacer negocios”, señaló el banco.
Los analistas prevén que el crecimiento económico nacional pudiera verse afectado tanto por los incendios forestales en Alberta –capital petrolera- como por el efecto que el Brexit (salida de Reino Unido del bloque europeo) pudiera tener en el Acuerdo de Libre Comercio entre Canadá y la Unión Europea (CETA), que está por ratificarse.
La relación comercial entre Canadá y Gran Bretaña es relativamente pequeña, pues da cuenta del 3.5 por ciento de las exportaciones canadienses.