Atenas y la troika cierran en falso un principio de acuerdo sobre los recortes

El Gobierno griego y la troika se acercaron hoy tanto a cerrar un acuerdo sobre las medidas de ahorro, que incluso se produjo un anuncio oficial por parte de Atenas, que tuvo que ser luego corregido desde la Unión Europea.

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Empleados de la banca griega se manifiestan en Atenas, Grecia, contra las medidas de austeridad impuestas por el gobierno heleno.

"El paquete está cerrado", aseguró por la mañana el ministro de Finanzas griego, Yannis Sturnaras, quien llegó a precisar que el viernes próximo informaría al grupo de trabajo del Eurogrupo sobre los detalles del acuerdo.

El Gobierno griego explicó que el pacto se había logrado gracias a que la troika (Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional) dio su brazo a torcer y suavizó sus exigencias de flexibilización del mercado laboral, ante la negativa de dos de los partidos del Gobierno a aceptar esas reformas.

Entre esas medidas destacaban la ampliación de la semana laboral a seis días y la reducción de las indemnizaciones y el tiempo de notificación por despido.

Sin embargo, pese a esa cesión, la troika y el Gobierno del primer ministro conservador Andonis Samarás decidieron mantener algunas de estas demandas, por lo que los socios progresistas de la coalición gubernamental se negaron a dar su visto bueno final.

Especialmente dura ha sido la respuesta del socio minoritario del Gobierno, el partido centroizquierdista Dimar, que reclama que ninguna mención a la reforma laboral se incluya en el acuerdo.

"Nosotros mantenemos que el Gobierno debe continuar negociando con la troika hasta que ésta retire todas sus exigencias en materia laboral del paquete", explicó a Efe un portavoz de Dimar.

También fuentes del Pasok han dejado claro que el acuerdo no está cerrado.

"Se ha logrado un progreso sustancial en las negociaciones con Grecia, pero quedan varios asuntos pendientes para poder alcanzar un acuerdo", dijo por su parte el portavoz económico de la CE, Simon O'Connor, en su cuenta en Twitter.

Por el momento, sí hay consenso en el Gobierno sobre el grueso del paquete de medidas de ahorro, por un valor de 13,500 millones de euros.

Según las filtraciones de la prensa griega, el paquete está dividido en 9,000 millones de recortes de salarios de empleados públicos, pensiones y ayudas sociales; 1,500 millones de ahorro en reformas del sector público y 2,000 millones que se recaudarán mediante el aumento de impuestos.

Además, el Gobierno griego se compromete a deshacerse de 25,000 funcionarios hasta 2013 y a incrementar en dos años (hasta los 67) la edad de jubilación.

A cambio, Sturnaras ha dado por hecho que Grecia recibirá una extensión, probablemente de dos años, en el plazo que se le había concedido para reducir su déficit desde el 9 por ciento actual al 3 por ciento.

Sin esa prórroga, explicó Sturnaras, Grecia hubiese tenido que imponer "medidas de 18,500 millones de euros en lugar de 13,500 millones".

Este nuevo plan de ahorro es una condición de los socios comunitarios para entregar a Grecia 31,500 millones de euros del rescate pactado a principios de año, un dinero que el país precisa para evitar la bancarrota.

Por ello, Samarás ha pedido que las medidas pasen ya por el Parlamento para que estén aprobadas para el próximo Eurogrupo del día 12 de noviembre, cuando Grecia espera que se le conceda la ayuda.

"El balón está en el tejado griego, que son los que tienen prisa. La troika no tiene fechas límite", advirtió una fuente europea en Atenas en declaraciones a Efe.