"No existen presiones inflacionistas", dijo hoy Asmussen en declaraciones a la emisora pública alemana de radio RBB-Inforadio, ante la que aseguró que "el año próximo tendremos una inflación por debajo del 2 por ciento".
El banquero alemán subrayó que "hemos definido claramente las condiciones marco" para las compras de deuda soberana en los mercados secundarios y recordó que ese tipo de medidas va ligada a compromisos estrictos para los países afectados.
"Cada uno tiene que cumplir su parte para que el euro sea irreversible", dijo Asmussen, quien destacó que el BCE no puede suplir la actuación de los Estados, si bien señaló que "debemos actuar unidos para asegurar la estabilidad de toda Europa".