En el mismo periodo de 2019, los números rojos de la multinacional con sede en Luxemburgo ascendieron a 28 millones de euros (33 millones de dólares), mientras que al cierre de marzo de este año había notificado unas pérdidas de 1,038 millones de euros (1,120 millones de dólares).
"Los primeros seis meses del año, y en particular el segundo trimestre, han sido uno de los periodos más difíciles en la historia de la compañía, con la demanda de acero considerablemente perturbada por la pandemia de COVID-19", dijo el consejero delegado del grupo, Lakshmi N. Mittal, en un comunicado.
Las ventas de acero se redujeron un 23 % en el primer semestre del año, hasta los 34.3 millones de toneladas debido a la menor demanda por el coronavirus, lo que unido al menor precio del acero se tradujo en una caída del 32 % en la facturación en ese periodo, hasta los 21,950 millones de euros (25,800 millones de dólares).
El descenso fue especialmente acusado en Europa, donde las ventas de acero cayeron un 31 % y la facturación un 36 %, hasta 11.441 millones de euros (13,454 millones de dólares) y en Brasil, dónde la caída fue del 22.2 % en el volumen de venta y del 35 % en los ingresos, hasta 2367 millones de euros (2,784 millones de dólares).
El resultado bruto de explotación de la empresa (ebitda) fue de 1,424 millones de euros (1,674 millones de dólares), un 48 % inferior al registrado en el primer semestre de 2019.
No obstante, el resultado en el segundo trimestre fue mejor de lo esperado por la propia empresa, ya que alcanzó los 601 millones de euros (707 millones de dólares), por encima del rango de entre 340 y 510 millones de euros (entre 400 y 600 millones de dólares) que había anticipado en marzo, aunque un 54 % inferior al año anterior.
Por otro lado, la deuda neta del grupo se situó en 6,633 millones de euros (7,800 millones de dólares) a 30 de junio, "el nivel más bajo conseguido desde la fusión de ArcelorMittal", en tanto que su posición de liquidez al cierre del trimestre ascendía a 9,524 millones de euros (11,200 millones de dólares), incluyendo 4,847 millones de euros (5,700 millones de dólares) en líneas de crédito disponibles.
Durante la última parte del primer trimestre y en particular durante el segundo, Arcelor Mittal redujo su actividad, paralizando incluso temporalmente actividades de fabricación y acabado de acero, para responder a la caída global de la demanda y las restricciones impuestas por algunos gobiernos ante la pandemia.
Hacia el final del segundo trimestre la actividad ha comenzado a mostrar "signos de repunte", conforme se han ido relajando los confinamientos y han aumentado la venta y producción de automóviles, aunque "la demanda sigue estando muy por debajo de lo normal y el ritmo y perfil de la recuperación es incierto", indicó el grupo en un comunicado.
Por ello "es prudente seguir siendo cautos con respecto a nuestras perspectivas", dijo el consejero delegado, anticipando que el final de año "seguirá siendo difícil".
La empresa se dice lista para reanudar las actividades paralizadas rápidamente si la situación mejora y seguirá aplicando la estrategia de reducción de costes que ha usado en los últimos meses, al tiempo que de cara al futuro está "desarrollando opciones" para adaptar su estructura de costes fijos al entorno posterior a la pandemia, aunque anunciará los detalles a finales de año.
Para el grupo, sigue siendo "prioritario" reducir su deuda neta a 7,000 millones de dólares (5,953 millones de euros), dijeron.