En aquel año 1972, a Müller se le caían los goles de los bolsillos. Casi ningún equipo se libraba de las ejecuciones de El "Torpedo", que no tenía piedad con sus rivales. Jugador menudo, con un tren inferior poderosísimo y de un oportunismo casi inigualable, fue vital en la consecución del primero de los tres títulos en poder de Alemania.
La Eurocopa de 1972 fue la cuarta de la historia. Con anterioridad, la Unión Soviética (1960), España (1964) e Italia (1968), se habían proclamado campeones. De Alemania, no hubo ni rastro entre los cuatro primeros clasificados.
Sin embargo, aquel equipo campeón de 1972 ya venía avisando de su futura grandeza. Plantó sus primeras semillas de un futuro éxito tras firmar un meritorio subcampeonato en el Mundial de Inglaterra 1966 y un tercer puesto en México 1970 con diez tantos de Müller durante el torneo.
El ariete del Bayern Múnich ya sabía lo que era ejercer como un martillo pilón en un gran campeonato internacional de selecciones. Lo demostró en México 1970 y dos años después dio continuidad a sus exhibiciones. La Eurocopa de 1972 no se le podía escapar a Alemania después de rozar la gloria en dos Mundiales. Necesitaban un título y era fundamental que Müller no perdiera su olfato.
Desde luego que no lo hizo. A lo largo de todos los partidos de clasificación y en la fase final, se hinchó a goles. En aquella edición, al contrario que en la actualidad, la fase final se disputó en una sede, Bélgica, con sólo semifinales y final. Y, para alcanzar los duelos decisivos por el título, había que jugar una fase de grupos y unos cuartos de final a doble partido.
Alemania inició su aventura encuadrada en el grupo 8 junto a Polonia, Turquía y Albania. Se clasificó en la primera plaza con seis tantos de Müller. En cuartos de final, Alemania se vio las caras con Inglaterra y el "Torpedo" tampoco falló. Hizo uno de los goles de su selección en Wembley para encarrilar la eliminatoria con un claro 1-3 y vengar la derrota de la final del Mundial de 1966.
El 0-0 de la vuelta bastó a Alemania para ganarse por derecho propio su billete a Bélgica y, una vez allí, en semifinales, superó con claridad a la anfitriona 1-2 gracias un doblete de Müller. En la final, no tuvo piedad de la Unión Soviética con otros dos tantos que finiquitaron la Eurocopa para Alemania, que ganó 3-0.
Aquel año el Balón de Oro no fue para el delantero del Bayern. Se lo llevó su compañero Franz Beckenbauer, que, con 81 puntos, ganó el trofeo. Sacó sólo dos de ventaja a Müller, que junto a Günter Netzer alcanzó los 79.
La Eurocopa de 1972 fue el inicio del reinado del fútbol alemán, que en 1974 se proclamaría campeón del Mundo y entre ese mismo año y 1976 ganaría tres Copas de Europa de la mano del Bayern. Pero todo empezó en un torneo en el que Müller, con una voracidad insaciable, se hinchó a goles para que Alemania levantara su primera Eurocopa.