El pasado domingo la gente se volcó a las calles para celebrar el triunfo de los Gigantes, y ayer con el desfile, otra locura. Miles de personas por todos lados sólo para ver pasar al equipo, desde niños, jovenes, adultos y gente mayor, todos con el jersey del equipo.
El recorrido empezó a las 11:00, yo me fui al City Hall, que es en dónde terminaba y empezaba la ceremonia para darles la llave de la ciudad a todo el equipo: por supuesto, eso era privado pero agarre un lugar en donde podía ver todo y como siempre, los estadounidenses lo tienen todo calculado: instalaron una pantalla gigante que daba a la calle para todo el público, así que lo vivimos perfecto.
Ya se imaginarán el ambiente de la ciudad.
Los Gigantes recorrieron el sur de Manhattan a bordo de un autobús entre los vítores de aproximadamente un millón de personas congregadas para ver a sus ídolos, que el domingo conquistaron su cuarto Super Bowl después de vencer por 21-17 a los Patriotas de Nueva Inglaterra.
"Declaro a la 'Gran Manzana' como la 'Gran Manzana Azul'", dijo el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, en referencia al color del equipo, al que recibió en el patio del ayuntamiento para entregar las llaves de la ciudad a los jugadores y al cuerpo técnico.
El alcalde dijo que sería el día de la gran manzana azul, "Big blue apple" y así fue, por la noche el Empire State se vistió de azul y así se quedó hasta el amanecer.
El recorrido se prolongó durante unas dos horas y atravesó el llamado 'Cañón de los Héroes', un tramo de la avenida Broadway en el que tradicionalmente los neoyorquinos rinden tributo a las grandes personalidades.
Después del desfile en Nueva York, los Gigantes se dirigieron a Nueva Jersey, donde depositaron el trofeo Vince Lombardi que acredita al ganador del Super Bowl en el estadio Metlife que comparten con los Jets, el otro equipo de fútbol americano de la 'Gran Manzana'.
