Tras conquistar el oro en Londres 2012, la meta del técnico Raúl Gutiérrez era la de revalidar el título, o al menos alcanzar una medalla, sin embargo el combinado juvenil no tuvo la mejor preparación rumbo a la justa.
La problemática no se concentró en los partidos que enfrentó previamente, sino más bien en la disponibilidad de muchos jugadores, ya que equipos como Guadalajara, principalmente, se negaron a prestar a todos los elementos que el “Potro” pretendía.
Además, el seleccionado nacional no pudo contar con la presencia de Jesús Manuel “Tecatito” Corona, quien, aunque daba la edad perfectamente, disputó la Copa América Centenario 2016, por lo que el Porto ya no quiso cederlo para la justa olímpica.
Asimismo, Gutiérrez no pudo hacerse de los refuerzos mayores de 23 años que solicitó, por lo que llamó al portero Alfredo Talavera y al lateral Jorge Torres Nilo, quienes cometieron errores que se reflejaron en el marcador, además del delantero Oribe Peralta, quien cumplió en el tiempo que vio acción.
El debut en la cita veraniega no fue malo pero pudo haber sido mejor, ya que más allá que se logró el empate con Alemania, se tuvo la ventaja en dos ocasiones y ésta no fue capaz de mantenerse, algo que al final fue fundamental para su eliminación.
Aunado a eso, en el segundo cotejo perdieron a Oribe Peralta y al volante Rodolfo Pizarro por fractura en la nariz y rotura de la tibia, respectivamente.
De esta manera, el boleto a los cuartos de final se lo jugaron en el último cotejo de la fase de grupos frente a Corea del Sur, en donde buscaron el triunfo, aunque al final fueron superados por la mínima diferencia, con lo cual se vieron estropeado el sueño de repetir una medalla.