Los tres pasadores tienen a sus respectivos equipos con récord negativo. Tampa Bay suma tres ganados y cuatro perdidos, misma marca que ostenta Green Bay; Denver acumula 2-5.
Si los Buccaneers de Brady marchan en el primer lugar del Sur de la NFC, con 3-4, es porque su división es la peor de la liga. Sus cuatro integrantes poseen récord perdedor; Falcons tiene 3-4; Panthers, 2-5; y Saints, 2-5.
El mariscal de campo de 45 años cambió en febrero pasado la tranquilidad del retiro que anunció, y del que se arrepintió 40 días después, por una campaña de pesadilla que le ha acarreado críticas.
Brady, considerado el mejor jugador en la historia de la NFL, se ausentó en dos de los tres partidos de la pretemporada de los Bucs; recibió un permiso de 11 días para arreglar asuntos personales.
A eso se sumó que al inicio de la temporada 2022 el entrenador de Tampa Bay, Todd Bowles, informó que el ganador de siete anillos de Super Bowl tendría descanso todos los miércoles por su veteranía.
El arranque de la campaña, con dos triunfos, fue una ilusión que terminó de esfumarse el domingo pasado con la derrota 21-3 ante los Carolina Panthers, el equipo con la peor ofensiva de la NFL.
Tom Brady ha mostrado su frustración. En la semana dos rompió dos tabletas electrónicas al arrojarlas contra el suelo mientras estaba en la banca. En la jornada seis las cámaras de televisión lo tomaron cuando les gritaba a los integrantes de su línea ofensiva.
Para alimentar más los rumores sobre su falta de compromiso, previo al juego de la semana seis que los Bucs perdieron ante Steelers, Brady no viajó con sus compañeros a Pittsburgh; lo hizo en vuelo privado luego de asistir a la boda del dueño de los Pats.
Según la NFL, antes del inicio de la temporada, que Brady saliera del retiro puso a Tampa Bay como el número tres entre los favoritos para llegar al Super Bowl; hoy es el número 19 entre 32 equipos.
A sus 38 años Aaron Rodgers parecía una garantía para que los Green Bay Packers tuvieran una temporada positiva.
Rodgers, cuatro veces Mejor Jugador de la NFL y campeón en el Super Bowl XLV, no ha encendido a su ofensiva que es la vigésima tercera en la liga con una media de 18.3 puntos anotados por juego.
En el arranque de la campaña Green Bay era el sexto favorito para llegar al Super Bowl. Siete semanas después, con tres triunfos y cuatro derrotas, tres de ellas consecutivas, está en el escalón 23 entre los candidatos para arribar al duelo por el título.
Más dramático ha sido el derrumbe en las expectativas que generó la llegada de Russell Wilson, campeón en el Super Bowl XLVIII con Seattle Seahawks, a los Denver Broncos a cambio de 245 millones de dólares en un contrato por cinco años.
El nueve veces Pro Bowl de 33 años ubicó a Denver como el octavo favorito para disputar el trofeo Lombardi; ahora es el número 30.
La campaña de los Broncos ha sido un desastre. Con la derrota del domingo pasado por 16-9 ante los Jets, la cuarta consecutiva, se colocaron últimos en el Oeste de la AFC con marca de 2-5.
Los números de Wilson en seis duelos, no jugó ante los Jets, arrojan sólo cinco anotaciones, un porcentaje de apenas 58.6 por ciento en pases completos, es el número 31 en la liga; además, ha sido capturado en 20 ocasiones.