Murray, vigente campeón olímpico, se midió con el serbio Viktor Troicki, a quien venció con relativa facilidad por 6-3 y 6-2 para cruzarse ahora con el argentino Juan Mónaco, quien el sábado venció a Mirza Basic, de Bosnia Herzegovina, en dos sets.
“Estoy relajado, solo compito contra mí mismo por hacer historia, no me siento presionado por ser el campeón”, dijo Murray tras el partido, al tiempo de asegurar, a manera de broma, que no hay presión por el oro porque ya lo ganó en 2012 y la medalla no se devuelve.
Por su parte, Rafael Nadal, tras dos meses fuera de actividad en el circuito profesional por lesión, regresó a paso firme con un triunfo en Río, donde, sin esforzarse al máximo, batió al argentino Federico Delbonis por 6-1 y 6-2.
Nadal no se exigió al máximo, probó durante el partido su estado físico y agradeció el apoyo que recibió de la grada carioca, la cual le guarda cariño ya que es uno de los jugadores consentidos cuando ha disputado el ATP 500 de Río y ahora le revalidaron su favoritismo.
“No podría ser mejor mi comienzo, he disfrutado mucho regresar a la cancha; mi muñeca todavía no está bien, voy saliendo de una recuperación y no estoy al 100 por ciento, pero trato de cumplir con esta competencia en los plazos establecidos”, dijo antes de advertir que será la última vez en el torneo que hable de su lesión.