Ogier, que desde 2013 ha ganado todos los campeonatos del mundo de rallys salvo en 2019, está a solo un título de igualar la marca de su compatriota Sebastien Loeb, aunque en principio sus planes no pasan por una dedicación plena a ese objetivo la próxima campaña.
La última etapa de la carrera italiana fue como las dos anteriores, un duelo exclusivo entre los Toyota de Ogier y de Evans. Ambos se alternaron en el liderato durante las tres especiales hasta que el británico, en una maniobra arriesgada, hizo un trompo y cedió definitivamente el primer puesto al francés.
El español Dani Sordo, con Hyundai, terminó tercero a 14 segundos del ganador.